Los secretos tras la fortuna de la familia Franco
Cuatro emitió este lunes el último episodio de esta temporada en «El punto de mira», un programa semanal de reportajes[…]
Cuatro emitió este lunes el último episodio de esta temporada en «El punto de mira», un programa semanal de reportajes en el que se tratan en profundidad temas de interés público. Para cerrar este temporada, y aprovechando el tirón mediático de la intención del gobierno socialista de exhumar al dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, los reporteros de «En el punto de mira» investigaron la fortuna y los negocios de los herederos del militar gallego.
Los reporteros Juan Carlos González, Pablo de Miguel y Carla Sanz ahondaron en la fortuna del dictador y su reconversión en un holding gestionado por sus herederos. A base de subastas amañadas, donaciones ilegales y abusos de poder, Francisco Franco llegó a amansar un patrimonio considerable, y se calcula que sus herederos pueden tener unos 500 millones de euros.
«El apellido Franco les ayudó a hacerse ricos. A ellos y a algunos más, porque así es como se hacen las grandes fortunas: durante las guerras y después de las guerras», le explicó al programa uno de los historiadores consultados. Las propiedades y bienes del dictador fueron ampliándose desde su llegada al poder. De las 2.400 pesetas que cobraba antes de ganar la guerra, pasó a percibir 154.700 como jefe de Estado. Sin embargo, su patrimonio procede en su mayoría de los regalos y donaciones que él y su mujer recibían, además de adjudicaciones de inmuebles repartidos por toda España.
El primero de ellos, y el que más polémica suscita, es el Pazo de Meirás, una construcción romántica del siglo XIX que ahora está a la venta por 7 millones de euros. Actualmente, el Parlamento gallego está investigando este caso de adjudicación fraudulenta y estudia que pueda pasar a ser de titularidad pública. Hasta el momento, la familia Franco está obligada a abrir el Pazo al público unos días al año, pero el compromiso se ha incumplido en numerosas ocasiones.
El Palacio del Canto del Pico fue otro de los inmuebles que la familia Franco utilizaba como residencia de fin de semana, o el capricho de Carmen Polo, el Palacio de Cornide que también fue cedido a la familia. Por último, los reporteros visitaron la finca de Valdelafuentes, 10 millones de metros cuadrados cercanos a Madrid recalificados como terreno urbanizable y vendidos a un precio considerablemente superior al original.
Después de la muerte del dictador, sus descendientes crearon un holding dedicado a servicios financieros, publicidad, explotación agrícola y alquiler de bienes inmuebles. El negocio que más dinero proporciona a la familia son los párkings y la compra de viviendas en Málaga y Madrid para reformarlas y alquilarlas a turistas.