La OCDE sugiere crear una 'cultura del ahorro' y la asignatura de Finanzas

Según las conclusiones informe PISA 2015 sobre competencias financieras presentado este miércoles en París, España ha descendido 15 puntos y[…]

Según las conclusiones informe PISA 2015 sobre competencias financieras presentado este miércoles en París, España ha descendido 15 puntos y se mantiene por debajo de la media de la OCDE.

Por poner algunos ejemplos, uno de cada cuatro estudiantes de 15 años en nuestro país tiene dificultades para interpretar una factura o valorar si es más económico comprar los tomates en caja o a granel.

Las reacciones a estos resultados, que nos dejan mal posicionados respecto al resto de países de la OCDE no se han hecho esperar. El presidente del, Francisco González, ha llamado a «sumar esfuerzos y, entre todos, avanzar en una cuestión tan relevante para el bienestar de las personas» como es la educación financiera.

«Como dice la OCDE -agregó- todas las instituciones públicas y privadas son relevantes en esta cuestión. Por eso, en BBVA, continuamos invirtiendo en programas de Educación Financiera. Sólo en 2016 se formaron más de 2 millones de niños y jóvenes y 400.000 adultos en los países en los que BBVA opera».

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Aunque, a priori, los conocimientos financieros parecen prescindibles, el informe recuerda que los alumnos con más conocimientos en esta área se desempeñan también mejor en otras. «Los datos de España son preocupantes pero no sorprenden. Las competencias financieras están ligadas a las generales y en los resultados que España tuvo en Matemáticas, Lectura o Ciencias en el último informe PISA explican, en parte, lo que vemos ahora», lamenta Juan Yermo, subdirector del gabinete del secretario general de la OCDE. Concretamente, «más del 60% del resultado en competencia financiera explica cómo le va a España en la educación en general».

PISA usa cinco niveles para categorizar a los alumnos. Un 25 por ciento de alumnos españoles ni siquiera alcanza el nivel 2 (considerado el básico) y solo un 6 por ciento alcanza el máximo nivel, que es el 5. El problema es que, otra vez, si nos comparamos con la media de la OCDE (12) quedamos seis puntos por debajo. «Los alumnos del nivel 5 son capaces de analizar productos financieros complejos y de responder correctamente a preguntas del tipo: ¿qué haría si recibe un correo electrónico con información bancaria fraudulenta?», señala el informe.

«Cultura del ahorro»

PISA también indaga en el estatus social. En el caso español, los que pertenecen a niveles socioeconómicos más altos (79 %) tienen más conocimiento que los que están en niveles más bajos. El estudio también dedica un importante papel a la comunicación sobre temas financieros entre padres e hijos.

«Los padres pueden ayudar a sus hijos a adquirir y desarrollar valores, actitudes, normas y comportamientos que contribuyan a una viabilidad financiera independiente». Yermo explica que no se trata solo de saber conceptos como «bruto», «neto» o interpretar un extracto bancario, sino de crear una «cultura financiera» en los jóvenes: «Tiene que crearse una actitud hacia el ahorro, el valor futuro y presente». Aparte de los padres, apuesta por crear asignaturas sobre esta área en las escuelas.

«Cuanto antes se empiece, mejor. Estamos en un mundo en el que se está individualizando el ahorro, el endeudamiento y la protección social. El ejemplo de las pensiones es obvio. Hay países donde se recortaron las jubilaciones y las compensaron con aumentos en el ahorro privado. Los jóvenes necesitarán más información financiera que sus padres», concluye Yermo.

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