Entreparques, el barrio más ruidoso y el entorno de Feria, el más tranquilo
La ciudad de Sevilla incumple la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no superar el tope[…]
La ciudad de Sevilla incumple la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no superar el tope de 65 decibelios de ruido durante el día y los 55 decibelios por la noche. Según mantiene el informe de la revisión del mapa estratégico del ruido en el término municipal de Sevilla (2012-2017), el tráfico rodado es el principal foco de emisión de ruido y el que tiene una mayor relevancia sobre la población en la capital.
La barriada Colores-Entreparques, en Sevilla Este, es el barrio donde más residentes sufren ruidos. Así, más de 30.000 personas de la zona soportan niveles de entre 55 y 75 decibelios, tanto de día como de noche, a causa de su proximidad a la ronda urbana Norte.
El estudio poblacional del mapa del ruido en Sevilla indica, además, que Triana es el segundo barrio donde sus vecinos sufren más ruidos nocturnos y diurnos. En el arrabal trianero más de 21.000 personas padecen a diario decibelios por encima de lo permitido. En tercer lugar, se sitúa Nervión-La Buhaira (unas 15.000 personas). Le siguen Palmete (14.112), Pino Montano (13.688), Los Remedios (13.262), Polígono de San Pablo (12.501), Polígono Sur (11.301), Santa Aurelia -Cantábrico-Atlántico-La Romera (10.171), Torreblanca (9.942) Parque Alcosa- Jardines del Edén (9.935), Elcano-Los Bermejales (9.928), Bellavista ( 9.599), San Jerónimo (8.214) y Santa Clara (7.502).
En el lado opuesto, se encuentra el barrio de la calle Feria, en el Centro, donde sus residentes viven en la zona más tranquila de Sevilla al no superarse los niveles de ruido para su área de sensibilidad.
Igualmente, el informe del mapa del ruido en Sevilla considera el Parque de María Luisa, los parques José Celestino Mutis, Alamillo, San Jerónimo, Miraflores, Los Príncipes y Amate y los jardines de Murillo, de los Reales Alcázares y de Chapina como zonas candidatas a la declaración de zonas tranquilas en campo abierto. Es decir, espacios sin aglomeración y no perturbados por el ruido procedente del tráfico, las actividades industriales o deportivo-recreativas.
San Pablo-Santa Justa
Por distritos, el más ruidoso es San Pablo-Santa Justa, donde el 73,92% de sus residentes soporta ruidos diurnos y de noche por encima de lo establecido. Le siguen Sur (73,35%), Nervión (69,57%), Bellavista-La Palmera (69%), Este (63,91%), Cerro-Amate (63,23%, Norte (62,85%), Triana (61,26%), Los Remedios (57,3%), Macarena (50,87%) y, por último, Casco Antiguo (26,47%).
Por otra parte, en el análisis del mapa del ruido se advierte de que más del 70% de la población que vive cerca de los viales se ve sometida a niveles que están por encima de los 65 decibelios durante el día; unos porcentajes que se mantienen durante la tarde. Igualmente, la afección del ruido nocturno muestra que aproximadamente el 60% de la población cercana a los focos de carreteras de ve afectada por valores por encima de los 55 decibelios.
El estudio muestra, además, que alrededor de 80.000 personas están sometidas a niveles de hasta 75 decibelios en la ciudad. Dichos valores son muy superiores de los legalmente admisible en zonas residenciales y de los recomendado por la OMS.
Ante este panorama, en el informe de la revisión del mapa del ruido en Sevilla se insta al Ayuntamiento a «preparar planes de acción para mitigar este grado de molestia, sobre todo en zonas donde los niveles acústicos rozan valores realmente altos». Entre las propuestas de actuación en el ámbito de la movilidad destacan la potenciación del transporte público, la reducción de vehículos privados en las calles y el fomento del tránsito peatonal y ciclista en la ciudad.
También se aconseja el desvío del tráfico pesado y de paso en las zonas de mayor afección acústica y, sobre todo, en el horario nocturno en determinadas zonas residenciales. En áreas urbanas con problemas originados por el tráfico rodado se propone reducir el número de aparcamientos en sus inmediaciones, de forma que se desista del tránsito en estas áreas ante la dificultad de estacionar.
Asimismo, se reclama controles para inspeccionar el ruido motor de determinados vehículos y la reducción de los límites de velocidad en determinados tramos, de forma que se garantice una reducción considerable de los niveles de emisión. Asociado a esta medida se puede potenciar el uso de cinemómetros como persuasores en el control de velocidad. Estos indicadores luminosos ofrecen información inmediata al conductor de la velocidad que lleva persuadiendo para que la adecue inmediatamente a la obligatoriedad de la vía en el caso de que la sobrepase.
Entre las medidas sobre la infraestructura se plantea la instalación de pantallas acústicas en vías rápidas y autovías, el soterramiento de determinados tramos de carreteras, el empleo de barreras acústicas en zonas residenciales y el mantenimiento adecuado del pavimento defectuoso.