El índice de apoyo a la independencia se desploma en el País Vasco
El apoyo de la ciudadanía vasca al reconocimiento de la Comunidad Autónoma como nación ha sufrido un sensible repliegue en[…]
El apoyo de la ciudadanía vasca al reconocimiento de la Comunidad Autónoma como nación ha sufrido un sensible repliegue en los últimos once años. Así lo avala el último informe del Euskobarómetro, que reduce hasta el 47%, ocho puntos porcentuales menos que en la anterior encuesta, la tasa de simpatizantes de la deriva rupturista que pretende implantar el Gobierno de Íñigo Urkullu.
Además, la gran mayoría de los que sí desean cambiar de denominación no desea que ello suponga un confrontamiento con el resto de España.
Por otra parte, un 35% de la ciudadanía del País Vasco rechaza de pleno adentrarse en la maraña del cambio del marco estatutario, lo que supone un incremento del 13% con respecto a la pasada década. Uno de cada diez no se decanta por ninguna de las dos opciones, y el resto, un 7%, no se ha pronunciado.
Pese a que el apoyo a la ruptura total con la Adminsitración central continúa siendo minoritario (29%), casi seis de cada diez encuestados han afirmado estar de acuerdo con la celebración de una consulta sobre la independencia.
El estudio, que ha sido presentado este viernes por el director del Euskobarómetro, Francisco Llera, ha sido realizado por el departamento de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco en función de 800 entrevistas realizadas entre los días 3 y 27 de octubre.
El empleo, la mayor preocupación
A pesar de que la preocupación por el trabajo se ha reducido un 14% desde la celebración de la última encuesta del Euskobarómetro, el ámbito laboral aún inquieta a más de la mitad de los vascos (56%). Las desigualdades y el bienestar (16%) completan el podio. La tasa de personas que denuncia sufrir los efectos de la crisis económica se han reducido un 3%, pero la percepción continúa siendo mayoritaria (83%).
Con todo, el estudio señala que el 65% de la ciudadanía autonómica considera que el 2016 ha sido un buen año en lo personal tras nueve meses de «clara recuperación del optimismo» y del «retroceso correlativo del pesimismo», que afecta al 15% de la población. Más escépticos se muestran, sin embargo, ante el panorama nacional. En concreto, siete de cada diez creen que la economía española sigue siendo mala, mientras que solo el 2% la cataloga como buena.