El eje franco-alemán se enfría
Merkel y Macron han vuelto a quedarse en las buenas palabras. Entre la prolongada formación de gobierno en Berlín y[…]
Merkel y Macron han vuelto a quedarse en las buenas palabras. Entre la prolongada formación de gobierno en Berlín y el nuevo plazo que se han dado hoy hasta junio para superar diferencias y elaborar una propuesta conjunta de reforma europea, Merkel ha restado año y medio a la legislatura del francés, perdiendo un tiempo valioso y que se traduce en parálisis europea.
«Necesitamos un debate abierto y al final la capacidad de hacer concesiones», ha dicho la canciller alemana, añadiendo que «hay que buscar respuestas centrales para que los ciudadanos de Europa puedan hacer frente a las grandes cuestiones de nuestros tiempos». Se trata de declaraciones apropiadas para un momento casi preliminar de las negociaciones y que señalan que los equipos negociadores están todavía al principio de un camino que la propia Merkel ha calificado como «trabajo titánico».
Después de confirmar que irán a ver a Donald Trump a Washington en visitas por separado, Macron ha preferido ver el desencuentro con Merkel desde el punto de vista del aventurero. «Estamos viviendo un momento de la aventura europea que es verdaderamente único», ha dicho, enumerando entre los principales desafíos los problemas comerciales, así como los cambios tecnológico y climático. «También dentro de nuestros Estados surgen dudas y visiones muy nacionalistas», ha apuntado a la que seguramente es la explicación de la frialdad de la canciller alemana, pero insistiendo en que ?este momento es absolutamente decisivo para el futuro de Europa?.
