Algo se está moviendo bajo nuestros pies

Los mercados bursátiles han vivido una semana que en algunos momentos parecía que querían reproducir la torrentera desbordada que se[…]

Los mercados bursátiles han vivido una
semana que en algunos momentos parecía que querían reproducir la torrentera
desbordada que se lleva por delante todo lo que encuentra a su paso.
Finalmente, no ha sido para tanto, aunque los ahorradores/inversores han
sentido de cerca el grave riesgo de la situación actual. Los mercados de
Estados Unidos dan síntomas claros de que está a punto de concluir su buena
estrella, tras haber logrado uno de los mayores ciclos alcistas de la historia
,
que habrá triplicado las inversiones realizadas hace nueve años. Sólo un Trump
convertido en piloto de la Reserva Federal parece dispuesto a alargar más
tiempo esa evolución positiva. Pero, incluso para el presidente de Estados
Unidos hay cosas afortunadamente imposibles.

En este ambiente, los gestores de carteras
se dividen en sus propuestas a la clientela. Para unos, hay que mantener la
apuesta por la renta variable, sin incrementarla, porque los datos
macroeconómicos muestran todavía un buen crecimiento económico mundial, pese a
la desaceleración. Además, los resultados empresariales siguen siendo buenos.
Para otros, es el momento de retirar posiciones de renta variable y ponerse en
liquidez o aprovechar la mayor rentabilidad que ofrecen ahora algunos bonos de
renta fija. Finalmente, hay una minoría de gestores que considera que es un
buen momento para comprar acciones por sus bajos precios.

La evolución de los fondos de inversión
refleja esta creciente desconfianza hacia la renta variable. Y es que algo
parece que se está moviendo bajo nuestros pies, aunque todavía sea difícil
precisar con detalle la fuerza y consecuencias de este movimiento
, animado por
una grave guerra comercial, un Brexit que nadie sabe cómo puede terminar y unos
cambios sociopolíticos como no hemos visto en los últimos setenta años. Se
explica en tales circunstancias que muchos hayan optado por no moverse, no como
expresión de parálisis sino más bien de prudencia. Aunque, sin duda, será
necesario estar bien alerta ante la evolución de los mercados en los próximos
días.

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