TRW confirma un ERE para 250 de los 620 trabajadores, que anuncian un paro
TRW Automotive España, filial de ZF TRW, ha confirmado hoy al comité de empresa su intención de presentar un expediente[…]
TRW Automotive España, filial de ZF TRW, ha confirmado hoy al comité de empresa su intención de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para 250 de los 620 trabajadores de la planta de Landaben, una medida a la que la plantilla tiene previsto responderá mañana con un paro de 24 horas.
La dirección, que ha planteado estas extinciones de contrato al comité en una reunión celebrada hoy en Pamplona, sostiene en un comunicado que este proceso de despido colectivo pretende "mejorar la competitividad, la eficacia y la rentabilidad de la planta para asegurar su futuro".
Al respecto asegura que el proceso, además de permitir la negociación del nuevo Convenio Colectivo, posibilitará "mejorar la estructura de costes" de la planta y que ésta sea "sostenible" para lograr "captar nuevo negocio" en el futuro.
"La planta está en una situación muy delicada y sigue perdiendo dinero", afirma en la nota Maciej Gwozdz, vicepresidente de operaciones europeas, quien señala además que "los clientes no están poniendo nuevos negocios en Pamplona" y la previsión actual es "que las ventas caigan un 70% durante los próximos 5 años".
Gwozdz precisa que esto "significaría que más de 400 personas quedarían sin trabajo" y de ahí que la dirección de TRW quiera "ganar nuevos negocios para garantizar el futuro de Pamplona" y que se necesiten "grandes cambios para que la planta pueda sobrevivir".
Conocido que el ERE, que tiene un plazo de negociación de 30 días entre empresa y comité, afectará en principio a 250 trabajadores, la primera decisión de la plantilla es secundar mañana un paro de 24 horas.
La razón es que el planteamiento empresarial es "un auténtica salvajada", ha dicho a Efe Pedro Larrea, de LAB, que además ha subrayado que la propuesta de la dirección "no plantea ningún futuro a partir de 2018 salvo que no habrá más despidos".
Según Larrea, el proceso presentado recoge que los despidos serán en 2016 y 2017, el primer año del orden de 180 trabajadores entre personal directo (producción), indirecto (soporte) y empleo (oficinas), y el resto en el segundo año del ERE.
El representante de LAB ha señalado que de momento la empresa no ha hablado de condiciones económicas para la extinción de contratos, algo que quizá plantee en la reunión prevista para el jueves.
Para entonces la representación social espera llegar a un acuerdo unitario de movilizaciones y contar con el apoyo de la plantilla para llevarlas adelante con el objetivo, "y así se lo hemos dicho hoy", de que "el futuro tiene que ser para todos, deben garantizar el empleo de todos".
La dirección por su parte habla de "una solución justa para todos", por lo que "respeta" el derecho a la huelga pero advierte de que "no sería la mejor manera", al tiempo que subraya su "compromiso de mantener una comunicación permanente" con los trabajadores para "ayudar a alcanzar el acuerdo más satisfactorio para todas las partes" y "minimizar el impacto de la medida".
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