Trabajar un mes para la inflación: el IPC al 10% se come una nómina entera

El aumento de la inflación interanual de un 10% supondrá para un trabajador con un salario medio de 22.000 euros un sobrecoste de 1.781 euros anuales

La inflación no da un respiro. Se disparó en junio el 10,2 por ciento interanual impulsada, principalmente, por la subida de precio de los carburantes, los alimentos y la hostelería.

Esta escalada penaliza el poder adquisitivo de las familias, y más teniendo en cuenta que no va acompañada por el mismo porcentaje de incremento salarial, estimado para este año en el 2,4 por ciento, según los convenios firmados.

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Una subida de la inflación del 10 por ciento interanual supondrá para un trabajador con un salario medio de 22.000 euros anuales un sobrecoste de 1.781 euros al año. Prácticamente supone su nómina bruta de un mes.

Esta cifra es más del doble de los 789,85 euros que una familia gasta en luz al año -si tiene contratada una tarifa libre indexada, la más barata del mercado- y 581 euros más de su gasto medio anual en gasolina, que ronda los 1.200 euros.

"La subida de precios que se está produciendo en los últimos meses supone un efecto muy dañino para el bolsillo de las familias y generará consecuencias devastadoras para sus finanzas", vaticina Estefanía González.

Subidas del 17,5% en energía

El castigo de la inflación a las familias aumenta si se tiene en cuenta que los productos que más suben de precio son los de primera necesidad, como los alimentos o la energía.

Así, los hogares gastaron el año pasado en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles una media de 9.893,03 euros. Partida que ha subido hasta mayo de este año el 17,5 por ciento.

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Algo parecido ocurre con los alimentos y las bebidas no alcohólicas, en los que los hogares gastaron el año pasado 4.805,82 euros y la subida registrada hasta mayo alcanzó el 11 por ciento.

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Según datos del Banco de España, un 60 por ciento de la cesta de la compra se ha encarecido por la inflación.

Otra de las partidas que mayor subida de precios ha registrado respecto al año pasado es la del transporte, el 14,9 por ciento.

Cambio de hábitos

La escalada de la inflación está generando cambios de hábitos en los consumidores que tienen como objetivo proteger sus finanzas.

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La subida de las facturas de la electricidad y del gas han impulsado a las familias a implementar medidas de consumo eficiente y a buscar proveedores más baratos para reducir gastos.

Respecto a la alimentación, están optando por productos más económicos, lo que reduce la compra de alimentos frescos, normalmente más caros, y en el caso de los combustibles, el cambio viene generado por un menor uso del coche a favor del transporte público.

El ahorro se devalúa

El incremento de gastos no es el único daño que la inflación está infligiendo a las familias, el billón de euros que tienen ahorrado en depósitos se devalúa.

Su dinero pierde valor, por ello los asesores financieros instan a los ahorradores a que se planteen como objetivo financiero conseguir por sus ahorros un rendimiento lo más cercano posible a la subida de la inflación, aunque reconocen que en el actual contexto de mercado obtener unos retornos del 10 por ciento es complicado.

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Peor lo tienen aquellos que están pagando una hipoteca. El euríbor a 12 meses se ha disparado en junio hasta el 0,8 por ciento, encareciendo las hipotecas de tipo variable una media de 1.000 euros al año.

Los que van a pedir ahora un préstamo hipotecario no lo tienen mejor. La inminente subida de los tipos de interés de 25 puntos que va a llevar a cabo el Banco Central Europeo (BCE) en julio para atajar la inflación les obligará a pagar intereses más elevados.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, ya lo ha advertido: "La inflación en la zona del euro es indeseablemente alta y se va a mantener por un tiempo", por ello se ha comprometido a ir "tan lejos como sea necesario para devolver a la inflación al 2 por ciento".

La revista Inversión actualizó el miércoles sus previsiones de inflación para un horizonte de seis y 12 meses. En diciembre se moverá entre el 7,59 y el 7,68 por ciento. Esta horquilla supera la anterior revisión (marzo) en 21 puntos básicos.

De acuerdo con los responsables del estudio, liderado por Josep Codina, la debilidad del euro y la mayor presión sobre el gas impedirán que los precios retrocedan a la velocidad deseada por los bancos centrales a pesar de la subida de tipos de interés.

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Este escenario es, precisamente, el que tiene preocupado a los inversores. Empiezan a dar por hecho una desaceleración económica. "La única duda es cuándo, cuánto durará y su dureza", explicó a finanzas.com el director de Cross Capital, Munesh Melwani.

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