BBVA advierte que los cambios en pensiones dificultan el objetivo de déficit

El servicio de estudios de BBVA considera que el mayor gasto en pensiones que supondrá la no aplicación durante dos[…]

El servicio de estudios de BBVA considera que el mayor gasto en pensiones que supondrá la no aplicación durante dos años del índice de revalorización (IRP) y del retraso hasta 2023 del factor de sostenibilidad lastrará el ajuste fiscal de la Seguridad Social y disminuirá la probabilidad de cumplir el objetivo de déficit.

El servicio de estudios del BBVA ha elaborado un documento en el que calcula que la revalorización de las pensiones en virtud de la inflación supondrá un incremento del gasto del 2,4 %, mientras que el ahorro acumulado que se pierde por retrasar el factor de sostenibilidad representa un aumento del 1,2 % a largo plazo.

Por ello, señala fundamental que el Pacto de Toledo refuerce la sostenibilidad del sistema con medidas que permitan que el sistema de pensiones sea más eficiente y equitativo, al tiempo que aboga por un sistema público de cuentas individuales o nocionales de reparto.

A juicio de BBVA Research, "la subida de las pensiones con la inflación consolida permanentemente un gasto mayor y suponen un aumento del déficit estructural del sistema de pensiones, trastocando una de las líneas medulares de la reforma de 2013 si no se adoptan otras medidas compensadoras".

En concreto, detalla que el alza para 2018 supone casi 1.600 millones de gasto adicional en 2018 y 3.200 en 2019 respecto al escenario de subida con el IRP, un total de 4.800 millones, cantidad a la que habría que añadir la mejora de las pensiones de viudedad.

Cuando acumulamos esta cantidad teniendo en cuenta la esperanza de vida de las generaciones que reciben este incremento, el aumento de gasto termina siendo de unos 39.000 millones en términos de valor actual actuarial respecto al escenario de subidas al 0,25 % del IRP.

Asimismo, indica que el retraso en la aplicación del factor de sostenibilidad supondrá que todas las nuevas pensiones de jubilación a partir de 2023 serán aproximadamente un 2 % mayores.

Por otro lado, BBVA Research considera que hay también un coste en términos de reputación y credibilidad en la implementación de las reformas, ya que los citados cambios generan dudas de que más adelante vuelva a ocurrir lo mismo "sobre todo teniendo en cuenta algunas de las posiciones existentes en el Pacto de Toledo".

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El servicio de estudios de BBVA apuesta por la transición gradual hacia un sistema público, progresivo y de reparto, pero en el que las pensiones iniciales se calcularían teniendo en cuenta la esperanza de vida y la capacidad del sistema de generar ingresos mediante cotizaciones sociales.

Independientemente de las medidas que se propongan, no considera "necesario ni conveniente" derogar el IRP, que califica de "flexible y neutral", salvo que se quiera dejar el gasto en pensiones al margen de la restricción presupuestaria y ocultar a la opinión pública sus implicaciones.

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