4 perlas entre las 40 medidas de Mariano Rajoy

En su discurso de investidura Mariano  Rajoy ha hecho buenas parte de sus promesas electorales. Es verdad que los expertos dudaban que fuera a cumplirlas. Ahora la pregunta es de dónde va a sacar los cuartos para llegar al objetivo de déficit público del 4,4% comprometido ante Bruselas para 2012.

Pero, mientras, las pensiones se van a actualizar con la inflación desde el 1 de enero. Una buena noticia, que de no anunciarla le hubiese dejado en mal lugar. Del resto de las 40 medidas, me quedo con las de fiscalidad (IRPF e Impuesto de Sociedades), las que afectan a las familias y a las empresas más directamente.

Con estas otras medidas, quizá el candidato habría podido mostrarse más remolón. El dinero que necesitan las arcas públicas es mucho, demasiado a ojos de los economistas, para andar bajando los impuestos. En cambio, tras su discurso, ya no le cabe la duda a nadie que volverán los beneficios fiscales de las prestaciones de los planes de pensiones, el vehículo de ahorro más castigado por la anterior reforma fiscal. Seguro que los asesores van a recomendar sobre-aportar en la recta final del año a los partícipes. Sobre todo, si como ha dejado ver el presidente del PP, el cálculo de la pensión de jubilación va a vincularse, cada vez más, con las cotizaciones de toda la vida laboral del pensionista.

También vuelve la deducción en el IRPF por compra de vivienda habitual y se mantiene el IVA reducido. Rajoy ha recuperado la deducción fiscal más utilizada por los contribuyentes españoles. No servirá para dinamizar el mercado inmobiliario, pero los expertos reconocen que tampoco llega mal, ahora que los bancos para a tener que, nunca mejor dicho, tirar la casa por la ventana.

Con sorpresa y satisfacción han sido acogidas por los expertos las medidas que se introducirán en el Impuesto de Sociedades. La ampliación de los límites para aplicarse el régimen de empresa de reducida dimensión (tributarán al 20% en el Impuesto de Sociedades los primeros 300.000 euros de beneficios en lugar de los primeros 124.000), los cambios en el pago del IVA y la posibilidad de compensar las facturas no pagadas por las administraciones pueden  suponer un paquete de medidas que dé liquidez a las pequeñas y medianas empresas.

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