Wirecard se hunde por presuntas irregularidades contables. ¿Es el Gowex alemán?

Las acciones de la compañía de pagos online se dejaron el jueves un 65,5 por ciento de su valor y el viernes cedían casi un 35 por ciento, después de que la auditora de la empresa le haya acusado de irregularidades contables

La compañía alemana de pagos online Wirecard ha perdido la confianza del mercado. En cuestión de dos días ha pasado de cotizar en torno a los 100 dólares (el pasado 17 de junio) a colocarse en torno a los 23, este viernes; unos niveles que se sitúan a años luz de los máximos de 186 euros que tocó el verano de 2018.

El jueves se dejó un 65,5 por ciento de su valor y el viernes perdía un 35 por ciento del mismo. Pero, ¿qué ha pasado para que una de las promesas del sector tecnológico alemán haya vivido semejante castigo?

La explicación más sencilla es que han desaparecido unos 1.900 millones de euros de sus cuentas, una irregularidad contable difícil de pasar por alto.

La auditora, no se fía

El tema ha salido a la luz cuando Wirecard se ha visto obligada a anunciar un nuevo retraso en la publicación de sus cuentas ante las reticencias de su compañía auditora, EY, sobre las mismas.

En concreto, EY no ha encontrado "suficientes pruebas" de que los balances de efectivo en las cuentas de la empresa contaran con 1.900 millones de euros, lo que representa cerca del 25 por ciento del balance total de la compañía.

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"Hay señales de que se ha proporcionado información falsa al auditor por parte del fiduciario sobre sus cuentas bancarias con el objetivo de engañar y crear la percepción errónea de la existencia de dicho saldo de efectivo o la propiedad de las cuentas en beneficio de las empresas del grupo Wirecard", ha indicado la empresa.

En realidad, el tema no es nuevo, pues los rumores de fraude contable llevan meses acechando a Wirecard, una compañía fintech con sede en Munich que gestiona crédito y débito por valor de varias decenas de millones.

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Acusaciones que vienen de lejos

Ya en octubre, Financial Times publicó que la compañía había inflado las cuentas en las filiales de Dubai y Dublín.

Sin embargo, en esta ocasión puede tener consecuencias aún peores para la compañía pues si esta no publica sus cuentas antes del viernes podría desencadenar la retirada de 2.000 millones en préstamos que los bancos le tienen concedidos.

Para intentar contener la sangría, Wirecard ha mandado un comunicado en el que asevera que “está trabajando intensamente junto con el auditor para aclarar la situación”. Asimismo, el miércoles por la noche anunció la suspensión temporal de su director de operaciones, Jan Marsalek, hasta el 30 de junio.

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Por otro lado, el consejero delegado de la misma, Markus Braun, ha defendido la reputación de la compañía y ha lanzado la posibilidad de que se haya orquestado una campaña contra ella.

“No se puede descartar que Wirecard haya sido víctima de un gran caso de fraude”, dice Braun en el comunicado.

Sin duda, el porvenir de Wirecard, que hasta hace poco era considerada una prometedora compañía dentro del prestigioso índice Dax 30, se presenta oscuro. De entrada, los 24.000 millones de capitalización que tenía se han transformado en 2.600.

Símil con Gowex

¿Les recuerda a algo esta historia?

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El tres de julio de 2014, la compañía española de wifi Gowex (que se había revalorizado un 2.700 por ciento en cuatro años después de su salida a bolsa) fue suspendida de negociación tres días después de que la firma de análisis Gotham City Research denunciase que el 90 por ciento de sus ingresos eran irreales.

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Gowex se dejó un 46 por ciento y un 26 por ciento en dos días consecutivos.

El cinco de julio de aquel año, el consejero delegado de la compañía, Jenaro García, dimitió tras reconocer que había falseado las cuentas durante, al menos, los cuatro años anteriores. Al día siguiente, se solicitaba el concurso de acreedores.

Al poco tiempo, le fue retirado el premio Start-ex que le había entregado el mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en persona. Hoy, Gowex es historia.

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