¿Soluciona la venta de Abertis los problemas de OHL?
OHL se deshace de casi toda su participación en Abertis y sigue vendiendo activos. Pero quedan contratos problemáticos por liquidar y los analistas se muestran cautelosos con el valor.
Las acciones de OHL pierden en el año un 26 por ciento pero desde los mínimos que alcanzaron a principios de agosto recuperan un 80 por ciento. Tras vivir un verano convulso y desplomarse el pasado 3 de agosto un 24 por ciento en una sola jornada, después de una rebaja de calificación por parte de Moody's, el valor recupera terreno a medida que la empresa acelera el plan de desinversiones. Así, acaba de colocar el 4,425 por ciento de Abertis por 598 millones de euros y ha vendido esta misma semana el 24,01 por ciento de la sociedad Concesionaria Mexiquense (Conmex) por unos 400 millones de euros. El mercado no ha acogido mal estas ventas, pues tras conocerse, OHL cerró con alzas del 3 por ciento. La cuestión es si estos movimientos serán suficientes para revitalizar el valor.
El dinero captado en la venta del paquete de Abertis se destinará a devolver un crédito de 266 millones, a comprar bonos en el mercado secundario y a reducir deuda neta con recurso por 273 millones. De entrada, según observa Ángel Pérez, analista de Renta 4 Banco, el precio de colocación ha sido razonable, con un descuento del 1 por ciento, muy inferior al 8,8 por ciento de descuento con el que OHL colocó el 7 por ciento de Abertis a finales de junio. La situación era otra, Europa vivía convulsionada por el 'Brexit' y el mercado intuía que OHL «necesitaba dinero», resume Pérez. Además, los analistas piensan que la venta va en la buena dirección, por cuanto intenta atajar el elevado endeudamiento y los riesgos financieros asociados. «Valoramos positivamente esta operación para OHL ya que sigue reduciendo el riesgo financiero», explican en Sabadell.
Para Ángel Pérez, es una operación «positiva» porque rebaja el endeudamiento y elimina uno de los problemas que más pesaban en la constructora, el de los 'triggers' o garantías asociadas a Abertis. Este mecanismo hace referencia a la necesidad que tenía OHL de aportar liquidez cada vez que bajaban las acciones de la concesionaria catalana, cuyos títulos respaldaban el crédito que OHL pidió para tomar la participación. Y no es sólo que reduzca la deuda y se eliminen riesgos financieros, sino que, como apuntan en Bankinter, «puede volver a concurrir a los concursos de autopistas en Brasil», al liberarse del compromiso con Abertis de no crecer en un país donde habrá importantes privatizaciones en el futuro. A juicio de Rafael Fernández de Heredia, analista de GVC Gaesco Beka, «la prioridad en el medio plazo es que la deuda con recurso», la que depende de la matriz, sea cero. Pero a finales del primer trimestre, rondaba los 800 millones de euros. Las ventas de OHL «van en la dirección correcta» pero habrá que esperar y ver cómo se beneficia de ellas, dice este experto. Pérez considera, a este respecto, que «va a pasar tiempo» para que los efectos de estas ventas «se vean en la compañía».
Para seguir rebajando deuda, Fernández de Heredia apunta diferentes alternativas, como la venta de concesiones maduras en España, desinversiones adicionales en el proyecto de Canalejas o incluso la venta del 6 por ciento en OHL México. Es más, apunta Esther Martin desde Intermoney Valores SV, OHL «ha considerado Abertis como una participación financiera, por lo que no descartamos su venta en un futuro cercano».
Contratos problemáticos
Con todo, la venta de activos es un paso necesario pero no suficiente; el otro pilar en el que OHL necesita avanzar es en la resolución de contratos problemáticos. Hay dieciséis proyectos que no darán problemas pero tres de ellos si son espinosos. Uno es el hospital de Chum, en Canadá, que podría perder como máximo 100 millones, según calcula Pérez; otro es el hospital de Sidra (Qatar), que está en fase de arbitraje y dónde OHL tiene pendientes de cobro 240 millones. Y el tercero es la UTE de Marmaray (Turquía), de 720 millones y ejecutado al 35 por ciento. Pérez explica que aquí OHL tiene un 'cash flow' negativo de 70 millones, y apunta que quizás tenga que anotar más provisiones debido a la inestabilidad política que vive el país. En función de cómo se resuelvan estos contratos, el efecto sobre la deuda con recurso de OHL puede ser muy dispar, y lo mismo podría suceder con la cotización en bolsa. El experto de Renta 4 Banco asume que estos proyectos generarán una destrucción de caja de 400 millones de euros, pero a falta de que se concreten más datos, mantiene el valor 'en revisión'. Para Fernández de Heredia, también es importante ver cómo se van solucionando estos proyectos y si terminan por cristalizar en el valor. Mantiene su recomendación en 'neutral' aunque en relación con la subida de OHL desde agosto, reconoce que «la gente percibe que las cosas están cambiando».
Se especulaba con una crisis de liquidez pero «las últimas ventas de activos despejan las dudas», dice el experto de GVC Gaesco Beka. En este sentido, Victoria Torre, analista de SelfBank, opina que OHL seguirá «luchando por reducir su deuda y por volver a encarrilar su situación en el mercado». Y recuerda que, al fin y al cabo, «no salió del todo mal parada de las acusaciones sobre actuaciones irregulares en México»,. En Bankinter valoran el colchón de liquidez que puede suponer la eventual venta del 2,5 por ciento de Abertis, que podría suponer el ingreso adicional de 338 millones. Y ven «probable que en los próximos días revisemos al alza nuestra recomendación». Por el contrario, José Lizán, gestor de Auriga, se muestra bastante más reticente. «No me convence, creo que esto es un parche. Venden activos y compran autocartera para calmar la cotización pero financieramente no me gusta, siempre está al límite», asegura. Admite que podría subir hasta los 5,5 euros, para luego volver a caer, por lo que considera al valor como un 'trading' a corto plazo para inversores de perfil arriesgado.