Resignación y calor en el arranque de la séptima jornada de huelga de Metro

La resignación y el calor en andenes y pasillos han marcado las primeras horas de la séptima jornada de huelga en el Metro de Barcelona, en las que se han repetido una semana más las aglomeraciones en las estaciones más céntricas y los vagones llenos hasta la bandera.

En el primer parón, de 07.00 a 09.00 horas de la mañana, han circulado cuatro de cada diez trenes, y esto se ha traducido en esperas de entre 8 y 10 minutos en las líneas convencionales y de hasta 18 minutos en las líneas automáticas.

Los trabajadores del Metro de Barcelona quieren presionar a Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) en la negociación del nuevo convenio colectivo de la empresa con esta huelga, que se mantiene convocada de forma indefinida cada lunes.

Mientras, los barceloneses acogen con resignación los paros, que implican complicaciones durante todo el día y se lo toman de la mejor forma posible.

Es el caso de Xavier, que coge cada día el tren: "Hago lo mismo de siempre, lo único que tengo que esperar más y después voy más apretado. Pero bueno".

Sin embargo, hay otras personas, como Ana, que no lo llevan con tanto optimismo: "Ya es demasiado, con este calor y tan apretados llegas fatal a trabajar".

Y es que el calor, que se nota sobre todo en los andenes y los pasillos donde se hace transbordo, ha obligado a muchos a improvisar abanicos con papeles, periódicos e incluso con la mano en la estación Catalunya de la línea L1.

El próximo paro parcial será de 16 a 18 horas, cuando se repetirán los servicios mínimos del 40 %, y de 20.30 a 22.30 horas, cuando solamente circularán dos de cada diez trenes y la espera en las líneas convencionales se acercará a los 45 minutos.

TMB ha recomendado una semana más que todas las personas que puedan eviten coger el Metro y opten por un medio de transporte alternativo.

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