PSOE en Eurocámara denuncia a la CE campaña francesa contra vinos españoles
Diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la Eurocámara denunciaron hoy a la Comisión Europea (CE) la campaña de[…]
Diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la Eurocámara denunciaron hoy a la Comisión Europea (CE) la campaña de viticultores de la región de Montpellier contra el vino español, que aseguran se estaría vendiendo con nombres y marcas franceses para confundir sobre el origen.
A través de una pregunta parlamentaria, los socialistas critican este "nuevo ataque" a productos españoles por parte de agricultores franceses y exigen a la Unión Europea (UE) que determine el grado de legalidad de la estrategia publicitaria y tome medidas al respecto.
Aseguran que la campaña francesa "no sólo es una quiebra del Estado de derecho, sino también una violación del mercado único".
Igualmente, recuerdan a la CE otros supuestos ataques que en los últimos meses habrían protagonizado los productores del sur de Francia contra el vino español, como la destrucción de decenas de botellas de caldos procedentes de España.
"La UE debe actuar en defensa de los derechos del sector español y de las reglas de competencia y mercado único que los agricultores franceses están quebrantando sistemáticamente", señaló en un comunicado la vicepresidenta de la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Clara Aguilera.
El Sindicato de Productores de Vinos del País de Oc denuncia en la campaña puesta en marcha que los viticultores españoles están haciendo "competencia desleal", pues estarían vendiendo, según ellos, a bajo precio, con nombres franceses para confundir sobre el origen.
El Gobierno español, a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores, manifestó el pasado viernes su "preocupación" porque esos hechos no sólo representan "una quiebra del Estado de derecho, sino también y fundamentalmente porque suponen una violación flagrante del mercado único, pilar fundamental de la Unión Europea".
El departamento de Exteriores indicó que España había "trasladado oficialmente su preocupación a las autoridades francesas, como en su momento también se hizo a la Comisión Europea, por lo que estos hechos suponen de ataques a la libertad de comercio".
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