PSA está abierto a todo tipo de discusiones y oportunidades para crecer

El grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroen está abierto "a las oportunidades y a toda discusión que se haga de buena fe" para crecer, aunque no considera que aumentar de tamaño sea un fin en sí.

Este es uno de los mensajes del presidente de la compañía, Carlos Tavares, que en una entrevista publicada hoy por "Le Figaro" reconoce que le gustaría tener un volumen mayor porque "ser grande permite tener más capacidades de investigación y desarrollo amortizadas con más coches" y un poder de compra superior.

Sin embargo, puntualizó que más tamaño también puede poner más presión sobre los proveedores y provocar la quiebra de algunos, o hacer menos reactiva una empresa.

"El buen tamaño para una empresa es el que le permite ganar dinero de forma recurrente para invertir en sus nuevos productos, en sus nuevas tecnologías, en sus nuevos mercados", concluyó, antes de recordar que teniendo en cuenta los resultados del primer semestre, PSA es el "número cuatro" mundial en términos de rentabilidad operativa en la actividad automovilística.

Tavares descartó que las empresas del sector de las tecnologías digitales se conviertan en fabricantes de coches: "¿Por qué dedicarían mucho dinero en una actividad con un nivel de inversión elevado y con una rentabilidad -según sus criterios y sus costumbres- más bien débil?"

Con cierta ironía, señaló que por mucho que puedan parecer un dinosaurio, en PSA "controlamos nuestro destino" y conservan el contacto con los clientes, de forma que son tanto fabricantes de coche como proveedores de servicios de movilidad.

"Un día también habrá dinosaurios en el Sillicon Valley. Pero no estoy convencido de que haya muchos fabricantes de coches", añadió.

Preguntado sobre si el bajón de las ventas de coches diesel es irreversible, consideró difícil de prever ese movimiento e hizo notar que ese tipo de motores siguen teniendo una cuota de mercado importante en Europa, que es del 50 % en Francia.

Tavares subrayó las "ventajas" del diesel, sobre todo porque limita las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Admitió que los objetivos sobre el CO2 han pasado a un segundo plano, desplazados por el interés por las emisiones de partículas y lamentó los bruscos cambios de objetivo.

A su juicio, hace falta una "concertación" para establecer "una medida global de la calidad del aire con criterios múltiples, como se hace con el agua de las playas, y fijar objetivos ambiciosos. Eso pondría en competencia a los fabricantes para que inventen y propongan buenas soluciones a los clientes".

En cuanto al vehículo eléctrico, hizo notar que aunque cuando circulan no generan emisiones, hay que tener en cuenta también de dónde viene la electricidad que utilizan, ya que cuando se genera en centrales de carbón, el resultado en contaminación con CO2 es malo.

PSA tiene actualmente en su gama cinco modelos eléctricos y está desarrollando híbridos recargables y Carlos Tavares afirmó que el mercado de estas tecnologías se desarrollaría más rápido si la industria tuviera interlocutores para definir la dirección en el horizonte de 2040.

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