México avisa que la cancelación de contrato con ADO afecta relación bilateral
El Gobierno mexicano reiteró hoy su preocupación por la cancelación de la concesión de los transportes públicos de Lisboa a[…]
El Gobierno mexicano reiteró hoy su preocupación por la cancelación de la concesión de los transportes públicos de Lisboa a la multinacional mexicana ADO, a través de su filial española Avanza, y alertó de sus consecuencias en las relaciones económicas bilaterales.
"La repentina cancelación" del proceso "ha generado una importante preocupación en el Gobierno de México e incertidumbre entre inversionistas mexicanos, afectando así las relaciones bilaterales entre ambos países", señala el comunicado difundido hoy por la embajada mexicana en la capital lusa.
Este es el mensaje que el embajador de México en Lisboa, Alfredo Pérez Bravo, transmitió hoy en un evento organizado por la Cámara de Comercio Luso-Mexicana.
El diplomático destacó el crecimiento en los últimos meses de la presencia de empresas portuguesas en México, "donde han encontrado el apoyo de las autoridades mexicanas y seguridad jurídica en sus inversiones", añade la nota.
Sin embargo, prosigue, "no ha ocurrido lo mismo" con la empresa mexicana ADO, que ganó el concurso de privatización del metro y el autobús urbano de Lisboa en junio de 2015, y que iba a gestionar a través de su filial española Avanza.
Pérez Bravo expresó su confianza en que esta situación se resuelva a la mayor brevedad y "se retome el buen curso" de los vínculos entre los actores económicos de los dos países.
La reacción de México se conoce el mismo día que un diario luso publica que el grupo mexicano presentará una denuncia contra el Estado portugués por considerar que la decisión de revertir la privatización de los transportes públicos de Lisboa perjudica a la compañía.
Así lo dijo un portavoz oficial del grupo en declaraciones que publica hoy en su edición digital el "Diário Económico", que anticipa también que reclamará una indemnización ante la Justicia.
"Creemos que tenemos un caso muy sólido en términos jurídicos e iremos hasta las últimas consecuencias para defender nuestros intereses", explicó esta misma fuente.
El cambio de Gobierno que se produjo en Portugal a finales de noviembre, cuando los socialistas accedieron al poder, provocó que el Parlamento luso iniciara los trámites para revertir el proceso de privatización.