Lufthansa salva el rescate gracias al apoyo sorpresa del máximo accionista

Lufthansa logra el apoyo de su máximo accionista para recibir el rescate de 9.000 millones de euros, algo que parecía improbable días atrás

Lufthansa salva el rescate gracias al apoyo sorpresa del máximo accionista. El multimillonario Heinz Hermann Thile votará a favor de la inyección de 9.000 millones de euros en la junta de accionistas extraordinaria celebrada este jueves.

Hermann lo adelantó en una entrevista al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung y despejó las dudas que el mismo había sembrado los días previos a la votación.

Este empresario, que ostenta un 15% de la compañía, aseguró que el rescate alemán por el cual Berlín pasaría a convertirse en el máximo accionista con un 20% de los títulos, era altamente perjudicial para el resto del accionariado.

Además, aseguró que muchos de los accionistas tenían la misma opinión. El revuelo fue tal que a Carsten Spohr, el director general de la aerolínea, no le quedó más remedio que asegurar que veía “muy difícil” conseguir los apoyos suficientes para aprobar el rescate.

Solo el 38% de los partícipes se habían registrado para la votación y con la negativa de Hermann las cuentas no salían. Ahora, el sí de Hermann aumenta los votos favorables hasta el 41% y se obtendría el visto bueno de dos tercios de los asistentes, ya que para evitar esta situación se necesitaba la presencia de un 50% de los accionistas.

Lufthansa no comprendía la posición de este magnate, pues la aerolínea confirmó que no tendría capital suficiente para pagar las nóminas de julio, pese a que Suiza y Austria se sumaron a las ayudas para las filiales del grupo en estos países.

La división es clara

El plan saldrá adelante, pero la división en el accionariado es máxima. Hermann da el visto bueno, pero mantiene que no es justo el descuento del 20% con el que entra el Estado alemán en la compañía y que moverá ficha gracias a su posición de liquidez.

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Hermann, con una participación valorada en 733 millones de euros, venderá una fábrica en Munich por 8 millones de euros para aumentar su liquidez y poder incrementar su posición en Lufthansa porque el rescate “me perjudica seriamente”, asegura.

Aunque la participación de Berlín será “silenciosa”, no tendrá los mismos derechos que el resto de accionistas como incrementos de participación, Alemania vuelve a controlar esta compañía estratégica a la cual privatizó hace ya más de 20 años.

Con todo, el mercado no entiende la negativa del principal accionista y el resto de partícipes díscolos. El rescate era la única forma para evitar la quiebra, aunque los inversores vean diluidas sus posiciones, puesto que ninguno de estos ofreció otra alternativa.

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“Un rescate organizado por el Gobierno es mejor que la insolvencia”, declararon desde Union Investment, que posee un 0,12% de los títulos. Votarán a favor puesto que los inversores “deben elegir el menor de los daños o vender sus acciones”.

Buenas palabras para Hermann

Con el voto positivo del mayor accionista, la dirección de Lufthansa, el Gobierno y el resto de inversores que apoyan el rescate quieren evitar enfrentamientos antes y durante la junta que arranca este jueves por la mañana.

Se prevé que dure horas y que no se conozca el resulta hasta bien entrada la tarde, mientras se aplaude la postura de Hermann: “Damos la mayor de las bienvenidas a la decisión de apoyar el paquete de ayuda estatal”, señalan desde el consejo de la compañía. “Con ella, se asegura la supervivencia y se evita una situación de insolvencia innecesaria”, añadieron.

También hay un transformo político detrás del rescate, crítico para el Gobierno alemán. Asegurar la viabilidad de la empresa es una gran victoria para el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, que contenta también a sus aliados socialdemócratas y refuerza su intención de presentarse como canciller del país en las próximas elecciones.

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El ministro de Economía, Peter Altmaier, también logra una victoria que serviría de modelo para gestionar problemas en las empresas por la crisis demostrando que el Estado puede ser más activo.

Tras el rescate toca convencer al mercado de que tome posiciones en el valor. Los títulos pierden un 40% en el año por la crisis derivada del coronavirus.

Lufthansa es el mayor operador de Europa y aunque comienza a reactivar su actividad, su capitalización se ve reducida a menos de 5.000 millones de euros, ni un tercio de la fortuna de Hermann y el consenso del mercado no está de su parte ya que el 88,9% de los analistas que cubren la compañía recomiendan vender las posiciones.

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