Los transportistas de Tarragona rechazan un desvío obligatorio por la AP-7

Los transportistas de Tarragona no quieren un desvío obligatorio por la AP-7 con bonificaciones del 50 %, tal y como defiende el RACC ante la alta siniestralidad de la N-340, informa la Federación de Empresarios de Autotransporte (FEAT).

El RACC criticó ayer que un año después de proponer esta medida de desviar obligatoriamente el tráfico pesado de la N-340 a la AP-7 se han producido siete accidentes con nueve muertes y reprochó al Ministerio de Fomento que aún estudiara medidas.

Esta organización apela a los buenos resultados que ha dado esta medida en la N-II en Girona, pero la FEAT les replica que son casos completamente distintos.

Tanto la FEAT como el llamado Pacto de Barà, que agrupa a los municipios afectados por la N-340 en Tarragona, reclaman la gratuidad de los tramos de autopista paralelos a la carretera nacional.

Los transportistas reprochan que se han paralizado las inversiones en vías públicas y que la N-340 sigue sin desdoblarse, en ningún caso por responsabilidad de la administración.

"Muchos transportistas mueren cada año en las carreteras haciendo un trabajo que es indispensable, tanto social como económicamente", agregan.

La FEAT califica la medida de prohibir el tránsito a los camiones de "excepcional" y tiene que "ir acompañada de una alternativa de paso que no suponga un incremento del coste, pues esto sería establecer un nuevo impuesto".

La FEAT asegura que el porcentaje de bonificación está calculado para que la medida no tenga ningún coste para la administración, pues el incremento de tránsito compensa la inferior recaudación por cada camión que pasa e iría a cargo del sector privado.

Los transportistas recuerdan que el 55 % del coste de llenar el depósito corresponde a impuestos específicos sobre el carburante, creados para crear y mantener carreteras, por lo que decir que "se circula gratis, es una gran mentira".

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