Los propietarios advierten que con amenazas habrá menos pisos de alquiler
La Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona ha advertido hoy que si el nuevo Sindicato de Inquilinos "atemoriza" a[…]
La Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona ha advertido hoy que si el nuevo Sindicato de Inquilinos "atemoriza" a los propietarios puede provocar que se restrinja aún más la oferta de vivienda de alquiler y que, por lo tanto, los precios vayan al alza.
En declaraciones a EFE, el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona, Òscar Gorgues, ha explicado que la capital catalana tiene una problemática de vivienda específica que no es extrapolable al resto de Cataluña, ya que aquí confluyen una fortísima demanda de alquiler y una oferta restringida.
La mayoría de personas que ponen sus pisos en el mercado de alquiler son pequeños inversores -ha dicho Gorgues- que pueden reconsiderar esta opción si se encuentran con un Sindicato de Inquilinos que para combatir el "desenfreno" del mercado inmobiliario propugna medidas como promover una huelga como la que se produjo en 1931.
"Se tiene que ir con cuidado, porque a los propietarios no se les puede atemorizar. Si empieza a haber un sindicato luchador, esto lo que hará es restringir aún más la oferta de pisos de alquiler", ha afirmado Gorgues.
El gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana considera que este sindicato "representa a una parte de los inquilinos, no a todos", y que "puede ser un instrumento político del Ayuntamiento de Barcelona".
"Es un instrumento que se puede haber creado para que el Ayuntamiento tenga una fuerza externa de presión dentro de su línea política", ha añadido.
En su opinión, Barcelona tiene un problema de poca oferta de alquiler y mucha demanda y lo que hay que hacer para solventar esta problemática es "buscar el equilibrio", modificando si es necesario la actual normativa y ampliando la duración mínima de los alquileres de los tres años actuales a cinco.
En cuanto a la propuesta del Sindicato de Propietarios de limitar los precios del alquiler, Òscar Gorgues ha señalado que esta medida puede generar que se discrimine al inquilino por su solvencia, ya que la demanda será la misma y no se podrá discriminar por precio.
"La cuestión es que Barcelona es muy pequeña y se tiene que pensar en la gran Barcelona metropolitana, como ocurre en París, Londres o Nueva York, con buenas comunicaciones y nuevos barrios bien construidos y comunicados", ha detallado el directivo.
El problema, ha precisado, es que "llevamos muchos años sin hacer nada y ahora vienen las prisas y no tenemos recursos para hacerlo".
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