La Unión Europea frena el rescate a Lufthansa

La Unión Europea retrasa el visto bueno al rescate Lufthansa por parte de Alemania fijado en 9.000 millones de euros

La Unión Europea frena el rescate a Lufthansa al no dar aún el ‘ok’ a Alemania para que inyecte a la principal aerolínea germana 9.000 millones de euros con los que evitar su quiebra.

Según informa Bloomberg, las conversaciones entre Bruselas y Berlín están estancadas al no querer la Unión dar la aprobación rápida a esta ayuda que supondría la entrada de Alemania en la compañía como accionista principal. Y en este punto residen las reticencias.

Berlín pasará a ser el máximo accionista de Lufthansa

La idea inicial del Gobierno de Angela Merkel era ostentar una participación del 25%, pero desde Bruselas no se ven con buenos ojos una participación de este nivel y apuesta por un máximo del 20%.

Devolución del rescate

Otro de los puntos sensibles es la devolución del rescate que según los medios alemanes deberá ser en 3 años.

Esta devolución sería en un plazo más rápido de lo que esperaba la compañía, según el medio alemán Bild. Y es que el presidente de la compañía más grande de Europa, Carsten Sonntag, precisó que la idea era devolver hasta 1.000 millones al año. Por tanto, la devolución se alargaría, máximo, hasta una década.

Además, también se incluye un préstamo de 3.000 millones del banco estatal de desarrollo KFW. Otra opción que se contempla es una “participación” silenciosa que consiste en que el Estado reciba altos dividendos pero pierde el derecho a voto y las revalorizaciones de los títulos.

Merkel tenía preparada la oferta para este fin de semana pero tuvo que bloquearla tras las reticencias de Bruselas, según la fuente que informó a Bloomberg y queda retrasada al martes la reunión sobre dicha oferta.

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Pierde la mitad de su valor

Pese a esta información, el valor cotiza el lunes con subidas, aunque las pérdidas siguen haciendo mella en todo el sector cada vez que se conocen mayores restricciones de vuelos o cuarentenas, como las de España, a los pasajeros extranjeros.

La Unión Europea pide que no se realicen dichas cuarentenas y trabaja en un programa para reactivar el turismo europeo mientras los países miembros incentivan el turismo nacional y vetan o no recomienda el viajar a otros socios como España.

En el año, el grupo aéreo pierde la mitad de su valor, hasta los 3.900 millones de euros, y las partes implicadas discuten reducir su capital para emitir acciones por debajo de los precios actuales.

Y es que según la directiva de la UE para para fomentar los rescates sobre las compañías nacionales, los Estados deben reducir su participación en las compañías que ayudan en un plazo de seis años.

Además de suspender los dividendos o realizar compras superiores al 10% de sus pares, clientes o proveedores.

Ayudas desde otros países

Peter Altmaier, el ministro de Economía de Alemania, no descarta que Lutfhansa reciba ayuda de otros países donde opera como Austria, Suiza o Bélgica.

Un hecho que choca con la visión y estrategia de otras compañías como Ryanair que no dudó en criticar estos rescates calificándolos como “ilegales y distorsionadores del mercado” porque, según su consejero delegado Michael O’Leary, las empresas de bajo coste saldrán perjudicadas al centrarse las ayudas en los grandes grupos.

Pero para los Estados se trata de empresas estratégicas y de cuestiones nacionales porque lo que todos se muestran a favor de las ayudas. Otra cuestión es cómo realizar las ayudas y qué papel juega la Unión Europea en este proceso.

España alza la voz

España fue el primer país en alzar la voz sobre el rescate a las aerolíneas y solicita a Bruselas una respuesta conjunta y equilibrada para evitar problemas de competencia por las ayudas.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, señaló en una entrevista para Bloomberg TV que el Gobierno español opta por actuar sobre esta cuestión de una forma igualitaria, puesto que si la respuesta se realiza a nivel estatal podrían darse grandes diferencias entre los países miembros.

Calviño cree que no se trata de aerolíneas nacionales sino de compañías europeas y, por tanto, las nacionalidades de estas quedan en un segundo plano: “Se debe dar un terreno de juego nivelado, con una financiación similar que dé credibilidad y fortaleza para los operadores”, apuntó Calviño.

La responsable de las finanzas españolas cree que de no darse un mecanismo común se desarrollarían problemas de competencia, aunque confía en Europa: “La Comisión Europea está muy pendiente de asegurarse que no haya incumplimiento de las reglas de competencia y que no hay desigualdades por las diferentes capacidades que tengan los gobiernos para apoyar a las aerolíneas”.

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