Junta cede a nueva firma el contrato para acabar el puente de Húetor Tájar
La Junta ha cedido a una nueva empresa constructora el contrato del puente sobre el río Genil a su paso[…]
La Junta ha cedido a una nueva empresa constructora el contrato del puente sobre el río Genil a su paso por Huétor Tájar (Granada) para reanudar las obras que se suspendieron en marzo del año pasado por las dificultades financieras de las primera adjudicataria, que se declaró en concurso de acreedores.
La consejería de Fomento y Vivienda ha autorizado la cesión del contrato de las obras a la empresa Lantania, compañía que ultima toda la documentación requerida para formalizar dicha cesión.
La ejecución de esta actuación, contemplada en el PISTA 2020, se suspendió en marzo del pasado año a raíz de las dificultades financieras del anterior contratista, Corsam-Corviam, cuya sociedad matriz, el grupo Isolux, se declaró en concurso de acreedores.
En cuanto se formalice definitivamente la cesión, el nuevo contratista actualizará el programa de obra y el plan de seguridad y salud en el trabajo al objeto de retomar la ejecución de esta actuación a principios del próximo año 2019.
Los primeros trabajos consistirán en la supervisión de la zona de obra y su adecuación para continuar con ejecución de una obra con un presupuesto actualizado de casi 8 millones de euros que se quedó en un nivel de ejecución 43,5 %.
La actuación, enmarcada también en el Plan Mas Cerca, consiste en la ejecución de un nuevo vial que sirva de segundo acceso desde la carretera A-92 a Huétor Tájar y otros municipios de la zona, debido a que el acceso principal existente en la actualidad atraviesa el río Genil mediante un puente antiguo que en caso de lluvia condiciona las conexiones.
La carretera proyectada, con una longitud de casi un kilómetro, tiene su origen en una nueva glorieta con la carretera de Venta Nueva y finaliza en la glorieta del vial Nueva Redonda del nuevo polígono urbano de Huétor Tájar.
Las obras se suspendieron por primera vez en abril de 2013 con las reprogramaciones de infraestructuras forzadas por la crisis y se reactivaron por su relevancia social y económica en noviembre de 2016, hasta el último paró de marzo del año pasado.
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