Garnica invertirá 80 millones en una nueva fábrica en Troyes (Francia)

La empresa riojana Garnica, referencia internacional en la producción de tablero contrachapado procedente de plantaciones y bosques sostenibles, ha confirmado hoy que construirá una nueva fábrica en Troyes (Francia), con una inversión de 80 millones de euros y la creación de 300 empleos directos.

Esta nueva factoría, destinada a la producción de chapa de chopo, será la séptima de la empresa y estará operativa en 2020, ha detallado hoy la compañía en una nota.

Las obras comenzarán en el primer semestre de 2019 y, de forma inicial, se realizará una inversión de 40 millones de euros y se crearán hasta 100 empleos directos en esta primera fase.

Desde ahora y hasta 2022, está previsto que finalicen el resto de las fases del proyecto, con una inversión global de 80 millones de euros y un total de superficie construida de 40.000 metros cuadrados.

La compañía ha señalado que prevé la incorporación de hasta 300 personas en la nueva planta, además de crear de forma adicional medio millar de empleos indirectos en el área rural de la zona, relacionados con la construcción, el cultivo del chopo y la industria maderera.

El CEO del grupo, Christian Michel, ha explicado que se creará "una fábrica modelo, aplicando toda la experiencia de Garnica acumulada en más de 75 años en la fabricación de contrachapados".

Los factores decisorios para la selección de Troyes como ubicación han sido la disponibilidad de materia prima, la mano de obra, las buenas infraestructuras y comunicaciones de la zona y la cercanía a la base de clientes.

La puesta en marcha de esta nueva planta responde a la necesidad de Garnica de garantizar sus planes de crecimiento situándose cerca de plantaciones locales dedicadas al chopo.

La empresa se asegura, así, poder dar respuesta a la cada vez mayor demanda de contrachapado por parte de sus clientes y garantizar el abastecimiento de su principal materia prima: el chopo, que es el que más utiliza para la producción de contrachapado.

El presidente de la compañía, Pedro Garnica, ha añadido que "se trata de una madera sostenible por su rápido crecimiento y produce un tablero muy apreciado por nuestros clientes", ya que es "ideal para multitud de aplicaciones", además de ser "un árbol que protege el medio ambiente al capturar el CO2 de la atmósfera".

Garnica cuenta, desde 2010, con otra fábrica en Francia, situada en Samazan, que produce unos 145.000 metros cúbicos de chapa al año, tiene actualmente 155 empleados y ocupa una superficie de 17.000 metros cuadrados de instalaciones.

Desde la creación de esta planta hasta la fecha, Garnica ha realizado numerosas inversiones para ampliar la producción, mejorar los procesos y aumentar la capacidad de albergar materia prima.

Con estas nuevas instalaciones y la reciente adquisición de Maderas de Llodio, Garnica sienta las bases para seguir sus planes de crecimiento.

Sus datos indican que Garnica, en los últimos cinco años, prácticamente ha duplicado sus cifras más representativas y, con una media de crecimiento anual de 14 % en los últimos ejercicios, este nuevo proyecto afianza su "ambicioso" plan de crecimiento.

En la actualidad, la empresa cuenta 1.100 empleados y con seis centros de producción, cinco en España -en las localidades riojanas Baños de Río Tobía (dos) y Fuenmayor, en la leonesa de Valencia de Don Juan y en la vasca de Llodio- y uno en Francia -Samanza-, al que se sumarán estas nuevas instalaciones en Troyes.

A finales de 2018, Garnica, que nació en 1941 como un aserradero en Baños de Río Tobía y que tiene sus oficinas centrales en Logroño, estima alcanzar unas ventas de 250 millones de euros y una capacidad de producción de 350.000 metros cúbicos de tablero contrachapado.

La compañía exporta el 93 % de sus ventas, sobre todo a Europa occidental y Estados Unidos; y está presente en más de 45 países de todos los continentes. EFE.

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