¿Estamos ante el mayor fraude desde Madoff?

El fondo Platinum, acusado de fraude, presenta ganancias significativas y constantes

Años antes de que Mark Nordlicht fuera arrestado por lo que supuestamente constituye uno de los mayores casos de fraude en materia de inversión desde el caso de Bernie Madoff, las autoridades estadounidenses tenían muchas razones para prestar atención al fondo de cobertura Platinum Partners. En su día, un banco le acusó de ayudar a un profesional deshonesto, y en 2011 se produjo la declaración de un operador confeso del esquema de Ponzi que afirmó que Nordlicht mintió para ayudarle a atraer inversores. Y a todo ello se sumaban unos beneficios considerables: Platinum declaró una media anual del 17 por ciento entre 2003 y 2015 sin arrojar pérdidas ningún año. «Los beneficios en sí mismos no tienen ningún sentido», afirma Joelle Scott, que investiga a gestores de fondos como vicepresidente sénior de Corporate Resolutions. 

Pero hasta que Murray Huberfeld, que fundó Platinum junto a Nordlicht, fuera detenido en una investigación por corrupción municipal en Nueva York en el mes de junio, no se había acusado a nadie del fondo por cometer ninguna infracción. El 19 de diciembre, Nordlicht y seis personas más fueron detenidas en lo que el Gobierno calificó como un fraude de 1.000 millones de dólares, fraude en el que supuestamente Platinum infló los beneficios mediante valoraciones falsas de determinados activos. Nordlicht y Huberfeld han quedado absueltos. Un portavoz de Platinum ha declinado hacer comentarios a este respecto.

Si bien la Comisión de Mercados y Valores (SEC por sus siglas en inglés) estadounidense afirma que lleva a cabo «exámenes basados en riesgos» de aquellos fondos con beneficios sospechosamente homogéneos, hasta 2015 no realizó una auditoría in-situ de Platinum, comenta una persona con conocimiento sobre el tema. Un portavoz de la SEC ha declinado realizar declaraciones a este respecto.

La primera situación complicada para Platinum llegó en 2007, cuando la entidad Bank of Montreal descubrió que un trader de gas natural había estado cubriendo operaciones significativas. En muchas de ellas, al otro lado estaba Platinum. El banco se vio obligado a liquidar las operaciones, lo que supuso importantes ganancias para Platinum, entre otros, de acuerdo con Vince Lanci, que gestionó algunas de las posiciones como trader independiente y que gestionó dinero del fondo.
Nordlicht, de Platinum, también fue presidente de Optionable, un broker que, de conformidad con la acusación, proporcionó cotizaciones de precios al defraudador. Bank of Montreal demandó a Nordlicht alegando que había colaborado en el diseño de las operaciones. Nordlicht negó tener conocimiento alguno sobre el fraude. El caso se dirimió en los tribunales. El Gobierno no llegó a imputarlo por actuación indebida.

El FBI detuvo al trader deshonesto y acusó al director ejecutivo de Optionable de colaborar en la trama. Ambos se declararon culpables. Las operaciones con Bank of Montreal contribuyeron a que Platinum registrase unas ganancias del 53 por ciento en 2007. Todo ello atrajo a los inversores y los principales activos del fondo aumentaron a más del doble, hasta los 567 millones de dólares, hacia finales de año.

Nordlicht tuvo que poner el dinero a trabajar. Scott Rothstein, un abogado de Fort Lauderdale, buscaba inversores que le anticipasen dinero para cubrir posibles acuerdos judiciales. Platinum, y sus fondos asociados, anticiparon más de 100 millones de dólares a través de un fondo subordinado a un tipo de interés del 50 por ciento, una elevada rentabilidad para inversores a los que con posterioridad Rothstein se refirió como «demasiado buenos para ser reales». Ya en 2009 iba retrasado en los pagos. Nordlicht viajó a Florida para mantener una reunión que Rothstein narró en una de sus declaraciones dos años después tras declararse culpable de fraude.
«si caemos, tú también caes»

Rothstein afirmó que no estaba seguro de que Nordlicht supiera que en realidad no se había presentado la demanda. «Si caemos, tú también caes», le recordó Rothstein. «Estamos juntos en esto». En su declaración alegó que Nordlicht aceptó mentir ofreciendo referencias positivas a posibles inversores. En los seis meses posteriores, según Rothstein, Platinum y los fondos vinculados recuperaron 20 millones de dólares, al recibir liquidez de otros. 

No se condenó nunca a Nordlicht en relación con el sistema Ponzi, y negó haber ayudado a Rothstein, que actualmente se encuentra en el programa de protección de testigos. Nordlicht escribió a los inversores para indicarles que Platinum había sido una víctima más de Rothstein y que el fondo recuperó sus pérdidas demandando a un banco por el papel que jugó en aquel sistema. 

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El fondo también saltó en el radar de la SEC en 2010 en una investigación del sistema que involucraba a un rabino de Los Ángeles que, según afirmó posteriormente la agencia, estafó a pacientes de una unidad de enfermos terminales para recibir información personal y poder adquirir las rentas anuales en su nombre. Platinum financió aquellas rentas, que supusieron más de 56 millones de dólares, según los registros de la investigación. En 2014, la SEC financió a los intermediarios que diseñaron aquel sistema y gestionaron una sociedad ficticia para gestionar los fondos, pero no se mencionó ni acuso a Nordlicht ni al fondo. 

Por aquel entonces, Platinum estaba inflando sus ingresos, según la acusación en Brooklyn, que presentó sus cargos en diciembre. La compañía presentó inversiones financieras en yacimientos petrolíferos al final del ejercicio 2014 por valor de cerca de 140 millones de dólares. El proyecto en realidad fue un fiasco que apenas produjo petróleo, según afirmaron los entendidos el pasado mes de agosto. 

Como Platinum no podía vender sus yacimientos petrolíferos, necesitó contar con nuevos inversores para poder devolver a todos su inversión, afirma la acusación. En diciembre de 2013, un intermediario presentó a Huberfeld y Norman Seabrook. Este último controlaba un fondo de pensiones como presidente del sindicato de funcionarios de prisiones de Nueva York, según la acusación. Tras la inversión de 20 millones de dólares del sindicato, el intermediario, que está colaborando con la investigación anticorrupción, supuestamente entregó a Seabrook 60.000 dólares en una bolsa de Salvatore Ferragamo. Tanto Seabrook, como Huberfeld quedaron absueltos. 

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«Si la cosa sigue así, prácticamente vamos a tener que desmantelar», escribió Nordlicht en un email con fecha de junio de 2014, citado por la SEC. Al año siguiente, los abogados de la SEC evaluaron a Platinum. La SEC presentó su demanda contra Platinum el 19 de diciembre y desveló a los investigadores ciertas actividades sospechosas. 

Nordlicht no mostró mucha preocupación en una entrevista publicada por Bloomberg en octubre de 2015. «Buscaremos hasta en el último rincón la estrategia más ajustada al riesgo», afirmó. Sobre aquel asunto, el investigador de fondos de cobertura Nathan Anderson afirmó que Platinum había «activado señales de alarma que se veían desde el espacio». 

En diciembre de 2015, los administradores de Platinum se plantearon abandonar el país, según la acusación. En un email dirigido a Nordlicht y citado por la acusación, Huberfeld afirmaba: «Supongamos que no volvemos a Nueva York... Podemos volar a Europa desde Miami el martes. Coge el pasaporte».

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