El megaproyecto NEOM, una "salida al mundo" para Arabia Saudí
El lanzamiento de un megaproyecto saudí para la construcción de una ciudad junto a las fronteras Egipto y Jordania, bautizado[…]
El lanzamiento de un megaproyecto saudí para la construcción de una ciudad junto a las fronteras Egipto y Jordania, bautizado como NEOM, es visto por economistas como una "salida al mundo" de Arabia Saudí para demostrar que es un país "moderno y abierto".
El proyecto, anunciado el 24 de octubre por el príncipe saudí Mohamed bin Salman, pretende adecuar el reino ultraconservador a una nueva etapa, que ya el propio heredero a la corona adelantó en una conferencia de inversión celebrada en Riad, indica a Efe Ibrahim al Motua, analista económico saudí.
Esta iniciativa, que contará con una financiación de medio billón de dólares -que será aportada mayoritariamente por el Fondo de Inversiones Públicas saudí- y que se enmarca en el plan económico 2030, "no es el primer intento para superar los obstáculos de las leyes locales".
El analista hace referencia al anuncio que Arabia Saudí hizo el pasado agosto de un gran proyecto turístico en las islas del Mar Rojo, que tendrá su propia legislación según "las prácticas y experiencias mundiales", dijo, sin dar más detalles.
Esas pinceladas de apertura del reino ultraconservador, en el que rigen leyes estrictas, sobre todo para las mujeres, se muestran a través de estos megaproyectos, y en especial, desde que fue nombrado heredero a la corona el joven Bin Salman, de 32 años.
Además, el príncipe aseguró el pasado martes en una alocución en la conferencia económica, en la que estaban reunidos unos 2.500 inversores -entre ellos extranjeros-, que su país ha comenzado un proceso para volver a un "islam moderado y abierto al mundo y a las religiones", y mostró su deseo de acabar con el extremismo.
"No vamos a perder otros 30 años en tratar las ideas extremistas. Queremos convivir con el mundo y acabar con los restos del extremismo", adujo.
El joven heredero hizo alusión al asalto que grupos extremistas cometieron en la Gran Mezquita de La Meca, en 1979, ya que desde esa fecha Arabia Saudí abandonó el islam "moderado" por el aumento de corrientes religiosas.
"Es una extraña paradoja que (el príncipe) vuelve a los años setenta para avanzar", precisa el analista, quien recuerda que antes de esa fecha el uso de túnicas tradicionales negras, denominadas abayas, no eran obligatorias para las mujeres, y que, por ejemplo, estaban permitidos los conciertos musicales.
El príncipe dijo en la conferencia que este proyecto transformará "el reino en un modelo pionero y global en todos los aspectos de la vida, centrándose en atraer cadenas de valor a las industrias y tecnologías del proyecto".
Por otra parte, un miembro de la Cámara de Comercio e Industria saudí, Abdulrahmán Yarala, asevera a Efe que todos los "grandes proyectos urbanísticos comienzan imaginándose y después es el ser humano quien emplea su energía para hacerlos reales".
Subraya que Arabia Saudí tiene "la capacidad material y logística para atraer expertos y profesionales, y las suficientes inversiones para realizar este proyecto", que se extenderá en un área de 26.500 kilómetros cuadrados, junto al mar Rojo y al golfo de Áqaba y será el punto desde donde parta el futuro puente Rey Salman, que tiene previsto unir Arabia Saudí con la península egipcia del Sinaí.
De hecho, el príncipe saudí explicó que será "más grande que la Gran Muralla China, pero con placas solares" y donde habrá "más robots que personas".
Ante estos proyectos futuros, Yarala destaca el modelo de Singapur, que hace décadas era una isla "desértica y atrasada"; y ahora, "es un ejemplo de avance y prosperidad".
Asimismo, apunta que Arabia Saudí tiene "mejores condiciones, ya que es un país rico, ubicado en un lugar estratégico con terrenos amplios y capacidades diversas".
Aunque arguye que "le faltaba la administración, insistencia y valentía", valores que otorga ahora a la figura de un nuevo príncipe "ambicioso" y que apuesta por "la nueva generación saudí".
NEOM convertirá al reino "en un país del primer mundo", donde se ofrecerán numerosas ofertas de empleos y que le permitirá "salir al mundo" para poder decir que el reino es un país "moderno y abierto", tal y como promulga el príncipe heredero, concluye Yarala.
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