El duro castigo a CaixaBank y Sabadell...un anticipo del desierto que le viene a los bancos
Los inversores están castigando con mucha fuerza a CaixaBank y Sabadell, que cotizan con desplomes del 6% y el 5%[…]
Los inversores están castigando con mucha fuerza a CaixaBank y Sabadell, que cotizan con desplomes del 6% y el 5% respectivamente justo en el día en que han presentado sus resultados semestrales. Los expertos creen que las dos entidades han abierto la puerta a un escenario aún más complicado por los bajos tipos de interés, que perjudicaría sus futuros ingresos. Y todo será mucho peor a partir de septiembre, cuando se concrete la primera rebaja del precio del dinero, como ayer avanzó el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
En el caso de CaixaBank, ya se esperaba que los números quedaran muy deslucidos por el efecto del ERE, que ha menguado un 52% el beneficio semestral. Con todo, el banco ha sorprendido y ha reportado en el trimestre un beneficio de 89 millones de euros, cuando el consenso de analistas vaticinaba pérdidas de 29 millones de euros. Un esfuerzo insuficiente que no ha evitado la oleada de ventas.
Según comentan los analistas de Bankinter, estos resultados han quedado por encima de lo esperado en beneficio neto pero muestra "una evolución de los ingresos recurrentes más débil de la esperada, mientras que los costes recurrentes se comportan mejor". En margen de intereses se han situado un 1% por debajo de las estimaciones que manejaban los analistas de Renta 4 Banco.
Y este es el problema que está anticipando el mercado, que el escenario de tipos bajos está pasando factura a la cuenta de resultados, lo que podría ir a peor con el recorte que prepara para septiembre el BCE, como ayer dejó claro Mario Draghi. Los expertos de Renta 4 Banco creen que estos resultados "muestran debilidad en la parte alta de la cuenta" y confirman la dificultad para la gestión de los márgenes en el entorno actual de tipos bajos.
Por eso mismo, a CaixaBank no le ha quedado más remedio apretarse el cinturón y modificar su guía para el conjunto del año. Así, el banco calcula que los ingresos recurrentes crecerán este ejercicio un 1%, frente a su anterior estimación del 3%, mientras que los gastos recurrentes aumentarán un 3%, respecto al 5% inicial.
Además, en este entorno más hostil, CaixaBank se encontrará en el mes de septiembre con la sentencia del IRPH, el indicador utilizado para referenciar las hipotecas, y si esta es desfavorable, habrá que hacer más provisiones para devolver a los clientes el dinero cobrado de más. "El riesgo derivado de las hipotecas IRPH nos hace ser prudentes", argumentan en Bankinter.
Sabadell, flojas cifras operativas
Las cosas no marchan mucho mejor para Sabadell, que retrocede un 5,19%, a pesar de que sus cuentas de la primera mitad del año recogen un beneficio neto de 532 millones de euros, un 341 % más, por las menores provisiones y la ausencia de costes extraordinarios de su filial británica TSB.
Y es cierto que el mercado esperaba un beneficio neto de triple dígito, pero de nuevo el negocio puramente bancario ha flaqueado. "Resultados en línea con lo esperado (beneficio neto y generación de capital) aunque todavía flojos a nivel operativo", dicen en Bankinter. Y es que el banco ha registrado caídas del 5,4% en el margen bruto y del 5% en el margen neto.
Por eso mismo, la entidad ha rebajado la guía para el margen de intereses al 1%, cuando antes calculaba un crecimiento de entre el 1% y el 2%. De nuevo el mismo problema, la difícil que está generar beneficios con este entorno de tipos tan bajos.
Compensar alivia...pero no es suficiente
En definitiva, el desafío que enfrentarán los bancos en los próximos trimestres se está viendo ya reflejado en la cifras presentadas por las dos entidades catalanas, y eso que ambas han tratado de compensar la menor debilidad operativa con mayores vías de ingresos.
Así, los ingresos por comisiones en Sabadell aumentaron un 11%, lo que ayudó a mitigar la caída del 0,5% en los ingresos netos por intereses. En CaixaBank, los ingresos por operaciones de intermediación y los dividendos superaron los ingresos de los préstamos, que crecieron solo un 0,9%. Los dividendos fueron impulsados por su participación en Telefónica.