Consumo de bebidas azucaradas disminuye un 22 % tras aprobación de impuesto

Un estudio elaborado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad de Barcelona (UB) indica que el consumo de[…]

Un estudio elaborado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad de Barcelona (UB) indica que el consumo de bebidas azucaradas ha disminuido un 22 % en Cataluña desde se aprobó, el pasado 1 de mayo, un impuesto que grava este tipo de bebidas.

Según explica el estudio, elaborado por la investigadora del Instituto de Economía de Barcelona Judit Vall y el catedrático de Economía y director del CRES-UPF, Guillem López Casanovas, este impuesto redujo el consumo de bebidas azucaradas en seis litros por semana respecto a los meses anteriores a aplicarse el tributo.

Los datos los ha proporcionado la cadena Bon Preu, que cuenta con 160 establecimientos en toda Cataluña -y una cuota de mercado del 10 %- y se analizaron las vendas semanales de 105 productos agrupados en tres categorías: bebidas azucaradas, bebidas 'zero y light' y aguas.

El proyecto de ley llevado a cabo por la Generalitat estableció como requisito que el cien por cien del impuesto recayese en el consumidor final, diferenciándose de otros países, "en los que no se obliga a trasladar el impuesto al precio que paga el consumidor".

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El tributo fue de 8 céntimos por litro para las bebidas de entre 5 y 8 gramos de azúcar por mililitro, y de 12 céntimos para las más azucaradas.

En Cataluña el encarecimiento medio ha sido del 20 % en los envases grandes, que han descendido su consumo en un 26%, y un aumento en el precio de entre el 5 y el 10 % en los envases pequeños, con un consumo inferior del 16 %.

"Nuestro estudio proporciona nuevas evidencias de que cuando el aumento de los precios es sustancial, la respuesta de la gente también es grande", reza el estudio.

Además, el estudio revela que parte de la caída de ventas se ha sustituido por los refrescos que no tienen este impuesto, como las bebidas 'light' y cero azúcares, que han visto cómo incrementaban sus ventas.

Así, por cada 4,7 litros que se dejan de consumir de los refrescos más azucarados, ha crecido en un 3,5 litros el consumo de las bebidas zero o light.

El impuesto, que tenía el objetivo de reducir sus ventas para combatir la obesidad, grava los refrescos, sodas, bebidas de néctar de frutas, bebidas energéticas, té, café, leche azucarada, batidos, aguas de sabores o bebidas vegetales.

También se ha podido evidenciar que la reducción del consumo fue mayor en las regiones no turísticas y en las áreas con una mayor incidencia de obesidad, han destacado los investigadores.

Además, el estudio también calcula que la implementación de este impuesto ha supuesto una reducción de 107 calorías por persona y semana.

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