Catas en Casa, aprendiendo sobre Montilla-Moriles al calor del hogar

La Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles vive estos días su semana grande por la celebración de la XXXIV Cata[…]

La Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles vive estos días su semana grande por la celebración de la XXXIV Cata del Vino, un evento que supone una exposición mundial y que está complementando desde hace semanas con otro formato íntimo: las catas de sus caldos directamente en los hogares.

Detrás de esta iniciativa está Isabel Calvache, gerente de la empresa especializada en turismo lento 'Caracol Tours' y formadora certificada por el Consejo Regulador de la DOP Montilla-Moriles, que le dio el visto bueno a su propuesta porque, aparte de la posibilidad de degustar sus caldos, ofrecía una perspectiva nueva, la de educar al consumidor sobre sus propiedades.

De hecho, la propia Calvache explica en una entrevista con Efe que, si bien las catas en domicilios no son algo novedoso, lo que si distingue a esta iniciativa del resto es "su brazo educativo", que consiste en dar a conocer las propiedades de los vinos de Montilla-Moriles, unos caldos "especiales, muy complicados y que necesitan aprendizaje para ser amados".

Ella misma lleva tiempo incluyéndolos dentro de sus "Catas con Isa", una experiencia previa que lleva 3 años realizando en restaurantes y que precisamente ha motivado el salto a los hogares.

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"Había gente que decía que no podía ir porque si bebía no podía conducir, o no podía salir por tener los niños en casa", recuerda Calvache, que destaca que las catas en casa suponen "una forma pausada de iniciar" al consumidor en el Montilla-Moriles.

En la segunda cata, celebrada ayer en el patio de una vivienda del Casco Histórico de Córdoba, el público estaba formado por siete jóvenes, todos ellos de la provincia, y que, a pesar de ello, apenas conocían las propiedades que hacen únicos a los vinos de la zona Montilla-Moriles.

Es el público medio de sus catas, señala Calvache, el de un joven de unos 35 años que "no conoce realmente los vinos de su tierra" y que, con tan sólo unas pautas y unas pinceladas, "se convierten en embajadores y tienen ganas de pelear por los vinos".

"El objetivo es hacer que esa gente ame el vino y darles razones por las que nuestros vinos son singulares", añade la formadora, que resalta que Montilla-Moriles tiene "una forma de vinificar única en el mundo" compartida con Jerez y Condado de Huelva, y que, además, cuenta con los caldos "más complejos que existen en el mercado desde el punto de vista organoléptico".

En las catas, que duran unos 90 minutos, se prueban los cinco vinos genéricos, joven, fino, amontillado, oloroso y Pedro Ximénez, y se explica cómo de una misma uva y a partir de distintas formas de "vinificar" se llega a cinco caldos totalmente diferentes.

"Normalmente, los que más impresionan son el amontillado y el oloroso, porque son vinos más desconocidos para la gente. Es más fácil que hayan probado un joven afrutado o un fino, pero estos dos, dada su complejidad, sorprenden muchísimo", asegura Calvache.

Uno de los asistentes a esta cata, Álvaro García, coincide con la experta y pone por encima de todos al oloroso, un vino que nunca había probado y que es el que más le ha sorprendido.

García mostraba idéntica sorpresa ante el hecho de que poco o nada sabía de los vinos de su tierra, ni de sus principales características, por lo que recomienda a todo consumidor que se inicie con una cata de este tipo en un marco tan de confianza como puede ser su propio hogar.

Algunos de los "catadores" incluso tomaban apuntes sobre los detalles referentes a los vinos y es bastante probable que, tras la degustación, recomendaran encarecidamente a sus conocidos reparar pausadamente en las propiedades de los Montilla-Moriles.

Por su parte, Calvache tiene por delante cinco catas pendientes de cerrar fecha en Córdoba, así como dos peticiones para llevar sus conocimientos sobre los vinos de Montilla-Moriles a hogares de Andújar y Mérida.

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