Bodegas Torres recupera cinco variedades de uva ancestrales y desconocidas

Bodegas Torres ha rescatado cinco variedades de uva ancestrales y desconocidas y las ha bautizado como forcada, pirene, gonfaus, moneu[…]

Bodegas Torres ha rescatado cinco variedades de uva ancestrales y desconocidas y las ha bautizado como forcada, pirene, gonfaus, moneu y querol, según ha informado hoy la empresa.

Estas variedades dejaron de cultivarse tras la devastación causada por la filoxera a finales del siglo XIX y desaparecieron del panorama vinícola español, a excepción de alguna cepa aislada que logró sobrevivir en estado salvaje.

De las cerca de 50 variedades recuperadas en a día de hoy, Torres se ha centrado en cinco de ellas que, según la empresa, son las que muestran mayor potencial enológico y con las que experimenta con vistas a elaborar vinos "capaces de emocionar".

Torres ha elegido el congreso vinícola Enofusión para presentar por primera vez en público los resultados tangibles del proyecto de recuperación en el que la familia lleva trabajando más de treinta años.

El director técnico de Torres, Josep Sabarich, lo define así: "es apasionante trabajar con variedades de las que no sabemos nada en absoluto y tener la oportunidad de experimentar".

Las cinco variedades proceden de distintos lugares de Cataluña y llevan por nombre un topónimo de la zona donde fueron localizadas, a falta de referencias bibliográficas con el nombre original.

Torres las ha plantado de manera experimental en aquellas fincas donde mejor se han adaptado y cada una de ellas ha pasado por un largo proceso, que puede durar entre cinco y diez años, o incluso más, y que implica el saneamiento y reproducción in vitro de la cepa original, su adaptación al campo de la variedad, microvinificaciones y el registro en los organismos pertinentes.

En el ámbito enológico, todas ellas tienen, según el somelier Sergi Castro, "un denominador común: la mediterraneidad. Cada sorbo es una explosión de fruta, intenso, con buena acidez", ha señalado.

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Torres ha explicado que todo lo que atañe a estas variedades recuperadas se lleva a cabo con el mínimo de interferencias aromáticas para conocer la variedad en estado puro.

Con este objetivo, las nuevas variedades se vendimian a mano, se utiliza una levadura neutra, las maceraciones son cortas y algunos vinos envejecen en barricas de roble francés de segundo uso, entre otros aspectos.

Según Sabarich, la empresa comienza a conocer estas variedades con las que aseguran poder hacer vinos "muy interesantes".

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