Bankia enfría su fusión con BMN y Santander sugiere que no la descarta

El banco presidido por Goirigolzarri gana un 14% menos y el de Botín cede un 22%, en ambos casos lastrados por los bajos tipo de interés

La pugna por Banco Mare Nostrum (BMN) mantiene a las entidades financieras expectantes, a pesar de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aún no ha confirmado qué opción tomará para desprenderse del grupo que integra a las antiguas cajas de Granada, Murcia, Sa Nostra y Penedés. Pero cada banco toma posiciones. El que podría ser su aliado 'natural', BFA-Bankia, no tiene claro si la integración con este grupo es lo mejor para su futuro.

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, minimizó este miércoles las posibilidades de unión entre su entidad y BMN al recordar que si se lleva a cabo la operación «debe tener una lógica industrial, pero también hay que ver si tiene una lógica financiera». Con estas palabras, Sevilla no quiso decantarse por una posibilidad que el FROB está analizando para unir dos de los bancos en los que el Estado mantiene más de un 60% de participación.

Así lo indicó durante la presentación de resultados de la entidad, en la que aclaró que «hasta que no sea algo definitivo, preferimos ser cautos». Será «hacia enero o febrero cuando veamos dónde estamos y valoremos la operación y la analizaremos con mayor detenimiento», explicó José Sevilla. Entre los principales riesgos que corre Bankia con la posible fusión de BMN se encuentra el «impacto en el capital».

El presidente del FROB reconoció la semana pasada en el Congreso que, además de la fusión, existían otras «alternativas» igualmente válidas, como la privatización individualizada de BMN. Ante la posibilidad de que esta vía se materialice a lo largo del próximo año, el consejero delegado de Santander, José Luis Álvarez, indicó también este miércoles que «en ese momento veríamos» lo que harían.

No descartó por completo acudir a una posible operación de compra, pero tampoco quiso significarse demasiado proponiéndose como una de las entidades dispuestas a adquirir el banco que recibió de 1.645 millones en ayudas públicas. «La obligación de sus dueños es venderlo al mejor precio posible y recuperar lo máximo», afirmó Álvarez, frente al proceso de nacionalización en el que BMN protagonizó.

Escaso margen en las cuentas

Tanto Santander como Bankia presentaron este miércoles unas cuentas trimestrales que se han visto impactadas, en gran medida, por los bajos tipos de interés, que lastran sus márgenes. En el caso de Santander, obtuvo un beneficio atribuido de 4.606 millones en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 22,5% con respecto al mismo periodo de 2015.

A pesar de esos datos, la entidad prevé finalizar el ejercicio con un resultado mejor del que registró en 2015. Entonces, ganó 5.966 millones. Para este año «seremos claramente capaces de mejorar esos resultados», anticipó José Antonio Álvarez. La presidenta, Ana Botín, indicó que esa realidad permitirá incrementar el dividendo.

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En el caso de Bankia, registró un beneficio neto atribuido de 731 millones hasta septiembre, lo que representa un 14,5% menos que el obtenido en el mismo periodo del año pasado, debido al efecto de la desconsolidación de City National Bank (CNB) de Florida, vendido en octubre de 2015.

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