Arranca la temporada de esquileo en Extremadura con la llegada del calor

La temporada de esquileo, una de las tradiciones ganaderas más antiguas, arranca por estas fechas en Extremadura -generalmente comienza en[…]

La temporada de esquileo, una de las tradiciones ganaderas más antiguas, arranca por estas fechas en Extremadura -generalmente comienza en el mes de mayo hasta principios de junio-, para despojar a las ovejas extremeñas de su abrigo natural, la lana, con la llegada del calor.

De ello ha informado la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero de Extremadura Corderex, que se encuentra en "una de las regiones productoras de lana más importante del país".

Ésta forma parte de la dehesa extremeña, que actualmente cuenta con "un censo de tres millones de ovejas merinas, siendo la raza que produce la mejor lana del mercado y que se exporta a nivel europeo".

Como recuerda la IGP en un comunicado, una vez al año, los esquiladores ayudan a las ovejas a adaptarse a las nuevas condiciones climatológicas, despojándolas de la lana que les ha protegido durante los meses más fríos del año y que ahora se convierte en "una pesada y calurosa carga".

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En Extremadura, se esquilan en esta época una media de 250 ovejas por jornada, de cada una de las cuales se extraen unos 2,5 kilos de lana que, en función de su grosor, calidad y color, tendrán diferentes precios en el mercado tras la recolecta. Las lanas más valiosas son las de vellón fino y largo.

Una vez que se ha esquilado la lana, se realiza la recogida y clasificación de la misma, que se agrupa en función del grosor de las fibras y el color. Normalmente, para lanas merinas de la región el grosor ronda entre 21 y 25 micras de finura y una longitud muy variable que va desde los 20 milímetros (mm) hasta 70-80 mm.

Posteriormente comienza el proceso industrial con el lavado de la lana como primer paso para eliminar cualquier resto orgánico que haya podido quedar adherido a la misma y después ésta se seca, se estira, se peina y, en algunos casos, se tiñe para finalmente hilarla y dejarla preparada para el proceso textil.

Desde la IGP Corderex han destacado que la raza de las ovejas es el factor clave que determinará la calidad de la lana.

Los corderos de Extremadura, ha añadido, proceden de la raza merina, raza autóctona de "gran rusticidad y alta capacidad de adaptación a medios difíciles", que contribuye "a mantener y mejorar el ecosistema, fertilizando el suelo y mejorando la calidad de los pastos que sirven de alimentación a los reproductores".

Según la IGP extremeña, la raza merina produce la lana de la más alta calidad: es larga, fina y rizada, con un color de manto blanquecino y sin manchas; y Extremadura es una de las principales productoras de esta lana en España.

"La lana merina es la más solicitada del mercado por sus múltiples características: es ignífuga, muy resistente y de gran poder aislante", ha resaltado.

Corderex ha remarcado el oficio de esquilador, una tradición frecuentemente heredada de padres a hijos, que nació del autoabastecimiento de las granjas familiares y que se profesionalizó para convertirlo en un trabajo en masa.

El esquileo de las ovejas es un proceso necesario que cada año requiere de manos expertas para que el trabajo sea correcto, sin dañar al animal ni perder materia prima.

Las técnicas utilizadas apenas han evolucionado, siendo su mecanización la base de su desarrollo, donde máquinas eléctricas han sustituido a las tijeras para aligerar y facilitar el trabajo.

Según la Asociación Española de Esquiladores de Ovejas, en España hay actualmente alrededor de 700 esquiladores, un 30 % más que hace una década, un aumento que se atribuye a la crisis económica.

Extremadura, junto a otras comunidades como Castilla y León o Navarra, es "una de las regiones con más esquiladores de profesión acaparando a un tercio de los trabajadores de todo el país", concluye el comunicado.

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