Sacyr sube un 75 por ciento desde junio, ¿plegamos velas?

El valor prolonga en 2017 la buena racha vivida en la segunda parte de 2016, tras la expulsión del Ibex 35, en junio. Los inversores han agradecido las medidas destinadas a reducir la dependencia de la cotización de Repsol.

La constructora Sacyr cerró el segundo semestre de 2016 con una fuerte revalorización del 64 por ciento y ha comenzado el nuevo ejercicio con muy buen pie: en los pocos días que han transcurrido de 2017 ya ha subido casi un 7 por ciento adicional. Este excelente comportamiento en bolsa se debe a la reducción de la deuda asociada a la participación en Repsol, acometida para aminorar la influencia de la cotización de la petrolera sobre el valor de la constructora, según explica Carolina Morcos, analista de Renta 4. «Los inversores se quejaban de invertir en un valor constructor con tanta exposición a las variaciones del mercado del crudo. Pero, ahora, con esta estructura de derivados, se ha limitado el riesgo de caídas asociadas al comportamiento de la cotización de Repsol. Aunque sí sigue pudiendo beneficiarse de las posibles revalorizaciones de la petrolera», explica Morcos.

En concreto, Sacyr ha realizado coberturas sobre el 40 por ciento de su participación en la petrolera a través de dos operaciones diferentes: una acometida en septiembre y otra en diciembre. En la primera, eliminó el riesgo de variación de precio de las acciones por debajo del umbral de 10,7 euros y, en la segunda, de 11,9 euros.

La cuestión es que, una vez resuelto este tema, al valor le toca ahora «volar solo», sin estar pendiente de las noticias relacionadas con el petróleo. «A partir de ahora, la cotización de Sacyr va a depender de la pura actividad del valor, algo que se había olvidado en los últimos años. Tendremos que olvidarnos de los dividendos de Repsol, de Testa (vendida a Merlin) y ver cuál es su capacidad de generar márgenes, beneficios, etc. Por ahora, ha anticipado un buen escenario futuro pero habrá que ver», relata Jesús de Blas, analista de Bankoa-Crédit Agricole.

En ese sentido, Carolina Morcos cree que la estrategia de la compañía es «potente», al asentar sus pilares fundamentales en el crecimiento ordenado, la rentabilidad como prioridad sobre el volumen en los nuevos proyectos; el aumento del control del riesgo en nuevas adjudicaciones y la generación de flujo de caja como prioridad para optimizar la estructura de balance.

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Sin embargo, Morcos cree que el valor cotiza ya a precios muy altos (supera el precio objetivo de consenso y prácticamente alcanza los 2,52 euros que le da Renta 4), por lo que «hay más riesgo de estabilización o toma de beneficios que de revalorización o subidas adicionales». Por eso, su recomendación se limita a «mantener» en cartera el valor, no a «comprar». Y, de cara al que no tenga Sacyr en cartera, en ese caso aconsejaría aprovechar recortes para entrar. «Siempre recomendamos compra cuando son revalorizaciones de más del 10 por ciento. A 1,80 euros, es compra segura», opina.

Por su parte, De Blas cree que la constructora está bien valorada a los precios actuales y no espera sorpresas al alza en el corto plazo. Si bien, sí se quedaría en el valor en caso de tenerlo en cartera. «Es un caso parecido al de OHL. Compañías con muchas dificultades, que han vivido años malísimos y que, si las cosas van razonablemente bien, te pueden ofrecer revalorizaciones, potencial y margen de mejora. Aunque nunca volver a los máximos», opina este experto.

Pero, ¿por dónde podrían venir las sorpresas? Una de ellas podría tener relación con la reclamación por desviaciones y retrasos en las obras de ampliación del canal de Panamá que la compañía va a presentar y que algunas fuentes elevan a un máximo de 5.386 millones de euros, según informaciones aparecidas esta misma semana. Sin embargo, los expertos llaman a la prudencia en este sentido. Para empezar, porque la resolución del conflicto podría tardar en llegar hasta 2019. Asimismo, por lo elevado de la reclamación. «Nadie se cree que van a recuperar eso», lanza De Blas, quien recuerda que se suelen proponer cifras abultadas sobre la mesa en una dinámica de negociación, a sabiendas de que la cifra final (si la hay) será menor.

Sobre este punto, Morcos recuerda también que la compañía no ha confirmado la cifra y se desconoce la fecha en que van a reclamar. Asimismo, ofrece un dato importante y es que Sacyr suele ganar «entre el 40 y el 50 por ciento de las reclamaciones que realiza». 

Nicolás López, de MG Valores, coincide en este punto con Morcos y De Blas: «Panamá sería un plus. No creo que eso esté ahora descontado por el mercado. No le van a dar fácilmente una compensación. Sería entrar en un litigio a largo plazo y no sé qué posibilidades de éxito tiene».

Aun así, a López le gusta Sacyr. «Es un valor con perfil de riesgo mayor que constructoras más grandes como ACS pero sigue teniendo un potencial significativo», relacionado con «unas valoraciones relativamente bajas comparadas con las demás constructoras», con la mejora vivida «poco a poco» en su negocio y la capacidad financiera para seguir optando a proyectos de construcción por todo el mundo. Más allá de eso, López explica que Sacyr es una compañía que salió de la crisis con un problema de endeudamiento y este tipo de cotizadas suelen sufrir cuando hay miedo en el mercado a un deterioro económico. Como actualmente la visión del mercado sobre la macro es relativamente positiva, Sacyr podría rentabilizarlo, en su opinión.

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