India vuelve a usar efectivo

Muchos siguen confiando en los billetes, incluso después de que el Gobierno dificultara el acceso a los mismos

La transición de la India a una economía sin efectivo va a ser más larga de lo que esperaban los más optimistas de la tecnología. Resulta que la gente se pasa al pago digital muy rápido cuando es obligatorio, pero prefiere seguir teniendo efectivo en el bolsillo.

En el mes de noviembre, el primer ministro Narendra Modi sorprendió al país con el anuncio de que los billetes actuales de 500 rupias (7,75 dólares) y 1.000 rupias, que suponen cerca de cuatro quintas partes de los billetes en circulación, quedarían sin valor de un día para otro y tendrían que cambiarse por billetes nuevos.
La idea era atajar la evasión fiscal y la corrupción sacando a la luz montones de billetes que estaban al margen del sistema bancario y eran básicamente invisibles. Los indios usan efectivo en cerca del 98 por ciento de los pagos por consumo. 

Después de que millones de indios tuvieran que hacer colas durante horas en los bancos para depositar los billetes que habían quedado sin valor o cambiarlos por billetes de nuevo curso, el crecimiento económico se tambaleó en el primer trimestre de 2017, al verse afectado el sentimiento del consumidor y los sectores más dependientes del efectivo. Con la escasez de billetes de curso legal por la llegada más lenta de lo prevista de los nuevos billetes, el Banco de Reserva indio estableció límites diarios de retirada de efectivo en los cajeros. La búsqueda de alternativas a la escasez de efectivo por parte de los indios provocó que el valor de las operaciones de pago digital aumentara hasta un nivel récord de 150 billones de rupias en marzo, según datos del banco central, desde los 94 billones de rupias en noviembre, cuando se retiraron los billetes antiguos.
Una avanzadilla de compañías de pago digital se posicionó bien para el cambio. La principal fue Paymt, apoyada por el grupo chino Alibaba Group Holding Ltd, cuya cartera de clientes ha aumentado hasta los 255 millones desde los 157 en noviembre, según la compañía. Paymt permite a los clientes realizar pagos o enviar dinero con el teléfono, con la instalación de un monedero digital o la apertura de una cuenta en el banco de la compañía.

Normalidad

Pero el valor de las operaciones digitales cayó un 27 por ciento en abril desde el mes anterior y apenas creció en mayo, tras las restricciones a las retiradas de efectivo a mediados de marzo. Los indios parecen estar volviendo a la normalidad. Los importes medios de las retiradas de efectivo de los cajeros fueron un 20 por ciento superiores en mayo que antes del gran cambio, según NCR Corp., el principal proveedor de cajeros del país. Los clientes estaban retirando grandes cantidades de efectivo por si volvía a escasear el efectivo en el futuro, afirma Navroze Dastur, director ejecutivo de la compañía para India y el sur de Asia. El aumento de la demanda significa que algunas regiones aún están sufriendo la escasez de efectivo, según Loney Antony, director ejecutivo de Hitachi Payment Services Pvt., que opera cerca de 52.000 cajeros en India.
«Los Gobiernos de todo el mundo quieren reducir el número de operaciones en efectivo para reducir la economía sumergida, pero no tiene pinta de que el efectivo vaya a quedar obsoleto en breve, incluso con todos los canales de pago digital», afirma Rethish Varma, investigador de MarketSmith India en Bengaluru.

Muchos indios, particularmente en las zonas rurales, apenas tienen experiencia con la tecnología y el acceso a internet, o tienen que arreglárselas con precarias conexiones sin cable, lo que dificulta mucho los pagos digitales. Un estudio reciente de Wireless Broadband Alliance Ltd. y IHS Markit Ltd. afirma que casi el 69 por ciento de los indios no tienen acceso a internet. Esto supone un total de 854 millones de personas, el mayor número de nacionales del mundo. «Hay un gran déficit de confianza a nivel nacional hacia este tipo de apps y tarjetas, que la mayoría de los indios no comprende», afirma Varma. «La gente prefiere hacer cola en los cajeros que sacar el teléfono para pagar». Con todo, parte de la transición al mundo digital está calando. Pese al paso atrás, el valor de las operaciones digitales sigue siendo un 18 por ciento mayor que en noviembre. Las restricciones de efectivo «provocaron una explosión, pero estamos volviendo a los tiempos de crecimiento estable», dice Arnav Gupta, investigador de servicios financieros y de comercio electrónico en Forrester Research Inc., en Nueva Delhi.

Incluso con la mejora de la circulación del efectivo, «seguimos viendo un crecimiento constante de los pagos», afirma Kiran Vasireddy, vicepresidente senior en Paytm. Recuerda el éxito de los pagos con códigos de barras escaneados con teléfonos, que funcionan cuando la conexión a internet es limitada. La compañía de pagos rival One MobiKwik Systems Pvt. está anticipando mayores ganancias en junio que en mayo, afirma un portavoz. El sector sigue captando inversión: SoftBank Group Corp. recientemente metió 1.400 millones de dólares en la matriz de Paytm, One97 Communications Ltd., en el movimiento que supuso el mayor empujón de financiación por parte de un inversor único en el sector tecnológico del país. Esta medida del gobierno «ha sido un éxito a la hora de fomentar el uso habitual canales de pago digitales», afirma Varma. «Pero lograr que se popularicen más va a conllevar muchos más esfuerzos conscientes y constantes que los vistos hasta el momento». 

En última instancia, la aceptación de los pagos digitales dependerá de la infraestructura digital. En China, donde la tasa de acceso a internet casi duplica a la India, los pagos digitales son muy comunes en los pagos diarios como taxis y entradas de cine. La fiabilidad importa. «Una sola operación fallida puede ser suficiente para disuadir a un cliente y empujarle a volver al efectivo», afirma Gupta.

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