El bitcoin intenta el rebote mientras las ballenas compran la caída

Los grandes inversores aprovechan las caídas del bitcoin para aumentar posiciones mientras la moneda intenta recupera el soporte de los 58.000 dólares

El bitcoin encadenó su sexta sesión consecutiva de caídas, la peor racha bajista desde marzo. En estos seis días de furia vendedora, la criptodivisa perdió un 12 por ciento de su valor, pero está intentando el rebote hasta el soporte de los 58.000 dólares, con el impulso comprador de las ballenas, los grandes inversores.

Las trabas regulatorias en China y los Estados Unidos, junto con una liquidación masiva en el mercado de derivados, son algunas de las razones que explican el derrumbe la moneda digital más popular del mundo, que se mueve este lunes en el filo de los 57.000 dólares.

La presión bajista también hundió al ether, que perdió el 12 por ciento en las seis últimas sesiones, aunque mantiene por la mínima el soporte psicológico de los 6.000 dólares.

Otras monedas relevantes ligadas al ecosistema de las finanzas descentralizadas, como el cardano o el solana, también registraron fuertes caídas, lo mismo que las ‘memecoins’, como es el caso del dogecoin.

El bitcoin pierde soportes relevantes

Tras este hundimiento, los analistas están evaluando en qué punto podría estabilizarse la cotización del bitcoin. Por el camino se ha dejado niveles de mercado muy relevantes.

De entrada, perdió la media de 50 sesiones, situada en los 59.600 dólares, un soporte dinámico de corto plazo. Pero además, se dejó los 58.000 dólares, la zona crítica, según explicó Alberto Toribio, embajador de Criptoplaza.

Aún queda otro soporte importante en los 54.500 dólares, dijo Matt Malley, analista de Miller Tabak. Pero a juicio de este experto, la hora de la verdad llegará en los 50.000 dólares, un número redondo y psicológico.

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"Se necesitará una caída por debajo de 50.000 para que se genere una advertencia seria”, apostilló este experto.

A la espera del rebote

Dada la fuerte sobreventa acumulada en el mercado, los expertos esperan un rebote en alguna de estas zonas importantes de soporte.

“Las condiciones de sobreventa son asumibles para el bitcoin, el ether y otras muchas monedas alternativas”, dijo Katie Stockton, fundadora y gerente de Fairlead Strategies.

Su visión positiva a medio plazo apenas se ha visto alterada. La zona clave a recuperar son los 58.000 dólares.

Las ballenas siguen comprando

En la escalada hasta máximos históricos que precedió al desplome, los grandes inversores, conocidos como ballenas, jugaron un papel importante, tal y como explicó finanzas.com, con sus 724.000 millones de dólares en cartera.

Según los datos de la cadena de bloques citados por Cointelegraph, estos grandes tenedores de bitcoins han seguido comprando en esta semana de caídas.

Así, la tercera billetera más grande del mercado aumentó su saldo en 207 bitcoins, a un precio de 62.000 dólares. Incluso en los máximos históricos, las ventas de estos grandes inversores se mantuvieron en niveles bajos.

Este comportamiento es típico de los inversores, no solo en bitcoins sino en todas las clases de activos. Aprovechar las caídas para reforzar sus carteras.

La tesis que mueveee a estos grandes inveresores la resume Hunter Horsley, gestor de la firma Bitwise, cuando afirma que en realida, ningún aspecto fundamental ha cambiado para justificar las caídas. "Las perspectivas siguen siendo increíblemente optimistas", dijo este experto.

El bitcoin se estabiliza

A pesar de haber perdido soportes relevantes, el bitcoin se estabilizó sobre los 57.000 dólares y todavía tiene a tiro recuperar el soporte crítico de los 58.000 dólares.

Si el impulso de las ballenas no cede y si es capaza de volver a esta zona, la remontada podría acelerarse. La caída ha sido amplia pero una corrección del 20 por ciento desde máximos tampoco es rara en el mundo de las criptomonedas.

“Aunque esto representaría una gran corrección desde los máximos, seguiría siendo relativamente menor teniendo en cuenta lo lejos que ha llegado en los últimos meses”, dijeron los analistas de Oanda. “No es un gran problema”, apuntaron estos expertos.

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