Sudáfrica cerró 2018 con un crecimiento del 0,8 % pese a la caída en recesión

La economía de Sudáfrica, el país más industrializado del continente africano, logró cerrar 2018 con un crecimiento del 0,8 % pese a haber sufrido una caída en recesión durante el primer semestre del año, informaron este martes fuentes oficiales.

El dato mejora ligeramente las expectativas del Gobierno, que había previsto que la expansión del Producto Interior Bruto (PIB) rondara el 0,7 %.

El balance positivo vino impulsado por los buenos resultados de sectores como la agricultura ( 7,9 %), las manufacturas ( 4,5 %), el sector financiero ( 2,7 %) o el del transporte ( 7,7 %) en el último trimestre del año, según reveló este martes el organismo oficial encargado de las estadísticas de Sudáfrica, Stats SA.

No obstante, el impulso final no evitó que el sector agrícola, clave en la economía sudafricana, cerrara 2018 con una contracción total del 4,8 %.

También acabó el año en negativo otro sector fundamental para la actividad de la nación austral africana, el de la minería (-1,7 %).

Pese a que el crecimiento anual total es pequeño, las estadísticas de este último trimestre confirman el tímido despegue de la economía sudafricana y dejan atrás los fantasmas de la recesión de la primera mitad del año.

Por trimestres, si en la primera mitad del año el PIB se había contraído primero un 2,7 % y luego un 0,5 %, en los dos últimos trimestres se abandonó la tendencia recesiva con crecimientos del 2,6 % y del 1,4 % (siempre respecto a los datos del trimestre inmediatamente precedente).

La caída en recesión fue un duro golpe para los planes del presidente del país, Cyril Ramaphosa, quien asumió el cargo en febrero de 2018 en sustitución de Jacob Zuma -forzado a dimitir por escándalos de corrupción- con la recuperación de la debilitada economía sudafricana como una de sus principales promesas.

Para mejorar el escenario, el Gobierno anunció entonces un plan de estímulo que incluía revisar las prioridades de gasto estatal e impulsar sectores como la agricultura y el turismo o mejorar las infraestructuras.

En un país con altas tasas de pobreza y en el que la tasa de desempleo se mantiene enquistada entorno al 27 %, con la mayoría poblacional negra como la principal perjudicada, las buenas noticias económicas jugarán un papel fundamental en la carrera de Ramaphosa por alzarse con el triunfo en las próximas elecciones, fijadas para mayo de 2019.