Sasha Boom, fusión asiática "Latin American style"

El concepto del nuevo local de Pozano es tan mestizo como sus propuestas culinarias: pretende combinar la atmósfera de los restaurantes de cocina de fusión con el desenfado propio de un lugar donde tomar cócteles al ritmo de una sesión de DJ

La escena gastronómica madrileña cuenta con un nuevo miembro desde el mes de julio: Sasha Boom, un local donde degustar platos de cocina asiática de fusión y también donde tomar sabrosísimos cócteles a ritmo de una sesión de DJ, por la noche.

El nuevo proyecto surge de la mano del empresario hostelero Francois Poplawsky y del chef Jaime Renedo (impulsores también de Pink Monkey) y pretende seguir la estela de la cocina asiática de fusión de su predecesor (centrado en los sabores del Sudéste Asiático, México y Perú), pero incorporando también influencias mediterráneas de países como Grecia o Líbano.

La carta elaborada por Renedo es resultado de la inspiración extraída por este cocinero en los viajes que ha realizado por todo el mundo y también de su experiencia iniciática como impulsor de Asiana, un restaurante semi-clandestino que montó en la tienda de antigüedades de su madre con apenas 20 años. 

De este modo, en la carta encontramos platos como los mejillones nam jim o el kimuchi (zamburiñas presentadas sobre una lima y una cama de hielo, que constituyen un refrescante y sorprendente bocado), que ya eran éxitos anteriores del cocinero.

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Asimismo, destaca el tiradito de gambón, con ají amarillo y chipotle; o el ceviche thai de salmón de Alaska, con pesto de cilantro y galanga, tamarillo y kumkuat. Todos ellos, platos picantes, sorprendentes y muy ligeros. 

En general, en las creaciones de este chef y en la concepción del local se adivina la voluntad de sorprender por parte de un chef que ha sustituido el uniforme tradicional de cocinero por los tatuajes y la gorra de béisbol hacia atrás.

En ese sentido, el exquisito trato del personal contrasta con la informalidad de unas mesas sin vestir y un ambiente desenfadado, propio de un local que pretende romper la barrera entre la formalidad habitual en otros restaurantes de experimentación gastronómica.

Como colofón, merece la pena destacar la coctelería excelente, creativa y refinada, firmada por Igor Lameiras y Alexis Cárdenas Rodríguez; y los postres, como el mochi casero de mango, tamarindo y chile, una excelente combinación de sabores y texturas.

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