¿Qué tengo que tener en cuenta al contratar un fondo de inversión?

Saber cuáles son sus necesidades de liquidez y el nivel de riesgo que desea asumir. A partir de ahí, y teniendo en cuenta la situación económica y la de los mercados, debe fijar la distribución por activos, por mercados y por...

D. T. tiene 40 años y ha decidido invertir unos 14.000 euros en fondos de inversión, por ello pregunta a nuestros expertos qué tiene que tener en cuenta antes de contratar uno y dónde puede hacerlo.

Mar Barrero, analista financiero de Profim, Asesores Patrimoniales EAFI, le responde que antes de empezar a invertir en cualquier activo hay que tener claro cuáles son nuestras necesidades de liquidez a corto, medio y largo plazo, así como el nivel de riesgo que deseamos asumir. Según esos parámetros y teniendo en cuenta la situación económica y de los mercados en cada momento, se fija la distribución más adecuada de las inversiones tanto por tipo de activos (renta fija, renta variable, etc.), como por mercados (Zona Euro, EE. UU., etc.) y por productos (acciones, bonos, fondos de inversión, ETF's, planes de pensiones, inmuebles, etc.).

Al seleccionar el producto que mejor se adapta a nuestras necesidades y a la situación de los mercados es recomendable analizarlo de forma cuantitativa y cualitativa. Por ejemplo, a la hora de elegir fondos, en el análisis cuantitativo el inversor debe estudiar parámetros como:

- Comportamiento del fondo frente a la media de su categoría y su índice de referencia (benchmark).

- Comportamiento en periodos alcistas y en periodos bajistas (Bull Beta y Bear Beta).

- Volatilidad anualizada del fondo (en diferentes plazos).

- Ratios sobre rentabilidad del fondo frente a los riesgos asumidos (Sharpe, Tracking error, etc).

- Beta (mide la sensibilidad de la rentabilidad de un fondo de inversión o de cualquier otro activo financiero respecto a los movimientos del mercado o de su índice de referencia).

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- Duración en el caso de productos que inviertan toda su cartera o parte de la misma en renta fija. Y cualquier otro ratio o variable que nos aporte información sobre la consistencia de los resultados de un fondo frente a otro de la misma categoría.

El análisis cuantitativo tiene que ir acompañado de un análisis cualitativo. Es imprescindible conocer en qué invierte un fondo, quién gestiona el fondo y cómo lo hace. Un buen historial de rentabilidad en el pasado o contar con muchas estrellas no siempre es garantía de que en el presente y futuro vaya a seguir siendo un activo o producto igualmente interesante como inversión.

Siguiendo todas estas pautas, cualquier persona puede crearse su propia cartera de inversiones. Ahora bien, el universo de productos de ahorro e inversión es muy amplio y no todo el mundo cuenta con las herramientas o el tiempo necesario para poder hacer un completo análisis y seguimiento de sus inversiones con el fin de ir adaptándolas a los cambios que se produzcan en su patrimonio y en los mercados financieros. Por ello, consideramos que, siempre que sea posible, lo más recomendable es contar con un equipo de analistas y asesores que nos ayuden a seleccionar los mejores activos y productos en cada momento. Este tipo de servicios los ofrecen tanto las entidades de banca privada como los agentes financieros o las empresas de asesoramiento financiero independiente.

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Llegado el momento de contratar el fondo, la operativa se puede realizar a través de la entidad bancaria con la que se trabaja habitualmente, con el inconveniente de que si no se es un cliente de banca privada y la entidad no cuenta con un verdadera arquitectura abierta la oferta de fondos a la que se tendrá acceso va a ser más limitada (normalmente solo le dejarán contratar fondos del grupo financiero al que pertenezca la sucursal con la que trabaja). Otra opción es realizar las inversiones a través de las 'plataformas o supermercados de fondos' existentes (como pueden ser Inversis o Tressis), cuya oferta es mucho más amplía e incluye productos de la gran mayoría de las gestoras españolas e internacionales registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

En cuanto a la distribución de los ahorros entre las distintas modalidades de fondos comercializados, dependerá del volumen a invertir, del riesgo que se desea asumir y del ciclo macroeconómico y financiero en el que nos encontremos. En estos momentos, la estrategia planteada por PROFIM pasa por contar con las siguientes modalidades de fondos:

- Fondos monetarios euro, con bajas comisiones de gestión, pero solo para los inversores con sesgo conservador.

- Fondos de deuda privada europea de corto/medio plazo, pero que lleven a cabo una gestión muy activa de la cartera tratando de obtener retornos superiores de entre el 1 y el 2 por ciento al año (no garantizado).

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- Fondos de renta fija norteamericana que, de momento, inviertan en bonos flotantes o bonos ligados a inflación de corto plazo. Eso sí, estaremos muy atentos a los niveles en los que puedan situarse los tipos de largo plazo en USA (sobre todo el de 10 años) por si, de forma táctica, tratáramos de aprovechar esa rentabilidad.

A pesar de los 'ruidos' y problemas que acecharán a las bolsas, aconsejamos seguir apoyándonos en:

a) Fondos que apuesten por compañías, por negocios rentables y que no estén especialmente caros, ya sean fondos 'value' o fondos 'growth'.

b) La zona euro podría dejar de ser 'la bella durmiente' y comenzar a aportar más valor en las carteras. No obstante, por el dinamismo de su economía, recomendamos contar con fondos con posiciones en bolsa de Estados Unidos.

c) En bolsa europea nos gusta, especialmente, España.

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d) Bolsa emergente, nos gusta La India, pero nos preocupa China.

e) Bolsa japonesa, solo en perfiles más agresivos.

f) Apoyarse en determinados fondos temáticos como elementos diversificadores de las carteras de perfil más agresivo.

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