Nacho Dean: Nocheviejas andando por Bangladesh, Perú, Atlanta y... Madrid
Después de tres años llenando su pasaporte con los sellos de más de treinta países para llamar la atención sobre[…]
Después de tres años llenando su pasaporte con los sellos de más de treinta países para llamar la atención sobre el medio ambiente, Nacho Dean recibe 2017 en Madrid, ciudad a la que regresó el pasado marzo y en la que ahora recuerda sus Nocheviejas en Bangladesh, Perú y Atlanta (Estados Unidos).
Nacho Dean -cuyo cinematográfico apellido podría cambiarlo por el del viajero Fogg- puede presumir de haber vivido de cerca la globalización en cuanto a pasar la Navidad y el Año Nuevo en distintas culturas, tradiciones e incluso climatologías, destaca en una entrevista con Efe.
Bangladesh, Perú y Estados Unidos fueron los destinos en los que a Dean (Málaga, 1980) le coincidió pasar las fiestas navideñas.
"En Bangladesh, al ser país musulmán, no se celebran", explica este aventurero, que llegó hasta ese país en 2013.
La Navidad de 2014 le tocó Perú, con "la peculiaridad de que en esas fechas allí es verano" y en Lima pasó la Navidad "en familia" al estar junto a unos "viejos amigos".
En diciembre de 2015 estuvo en Estados Unidos, en concreto en Denver (Colorado), también "en familia con amigos", pero "esta vez con nieve y frío".
Y las Nocheviejas de esos años las vivió en los mismos sitios porque "al viajar a pie no llegas muy lejos en apenas cuatro días", cuenta.
En Bangladesh despidió 2013 en Dhaka. "Sin grandes celebraciones, paseando por la ciudad con amigos que conocí allí, y a los pocos días presencié un atentado terrorista".
En Perú recibió 2015 "acampado solo en el desierto costero, en las lomas de Ancón", y en Estados Unidos le llegó 2016 en el 'downtown' de Atlanta "viendo un concierto".
En todos estos destinos siempre estuvo acompañado por un carrito de bebé de doce kilos en el que transportaba su equipaje, que incluía una tienda de campaña, un saco de dormir, una esterilla, algo de ropa, un botiquín, herramientas y un ordenador portátil desde el que narraba su historia.
Si se le pregunta qué ha echado más de menos desde que volvió afirma: "la novedad y la intensidad de cada día vivido" y "pasar tiempo al aire libre, en contacto con la naturaleza y ver a todas aquellas personas que conocí a lo largo de mi viaje".
No obstante, reconoce que su aclimatación a Madrid en estos meses "ha sido buena", rodeado de los suyos y con aquellas comodidades de las que careció durante su viaje.
"Una aventura así empieza cuando es inevitable, la única opción posible y, del mismo modo, termina cuando sientes que ya va siendo hora de volver a casa" -continúa-, así que "mentalmente lo llevo bien, satisfecho y agradecido".
También confiesa que físicamente sí le está costando el cambio después de "un ritmo de vida tan intenso, realizando grandes esfuerzos diarios, conectado a la naturaleza". El estilo de vida "sedentario no es tan saludable", agrega.
2016 lo ha terminado dando conferencias y escribiendo un libro sobre su aventura que confía en publicar en abril.
Y para los Reyes Magos tiene un único deseo: "que termine la guerra de Siria".
.