Mucho margen para mejorar la diversidad en la dirección de entidades europeas

Aún hay mucho margen para mejorar la diversidad en las directivas de las entidades europeas, no solo en término de[…]

Aún hay mucho margen para mejorar la diversidad en las directivas de las entidades europeas, no solo en término de género, sino también de edad, origen, educación e incluso perfil profesional, según se desprende de sendos informes de la Comisión Europea (CE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Pese a que desde 2014 se aplican unas normas a nivel europeo que exigen a las instituciones de créditos y firmas de inversión que establezcan una "política que favorezca la diversidad en el órgano de dirección", tan solo un 35,63 % de las entidades analizadas por la CE y la EBA cumplen con este criterio.

"Los consejos de administración de los bancos siguen siendo demasiado homogéneos y se ha demostrado que la diversidad en las juntas mejora la supervisión del riesgo, y hay muchas mujeres con talento que están listas para asumir un papel en las juntas", dijo hoy a Efe la comisaria europea de Justicia, Vera Jourová.

En su informe, publicado el jueves 8 de este mes, la Comisión asegura que aún hay "margen considerable de mejoría, tanto en lo que respecta a poner en marcha políticas de diversidad como de cara a lograr una mayor diversidad en las juntas directivas de las instituciones de crédito".

España, en contra de los clichés norte-sur, se encuentra entre los países que sale mejor parado en un segundo estudio, más detallado, en el que la EBA analiza datos de 842 instituciones de los todos los miembros de la UE, salvo Polonia, así como de 3 instituciones islandesas y 28 noruegas.

Un 61,54 % de las 26 entidades españolas estudiadas tenían políticas de diversidad en marcha, lo que sitúa al país muy por encima de la media europea (la citada 35,53 %) y en el quinto lugar entre todos los socios comunitarios.

Solo le superan dos socios nórdicos, Dinamarca con el 100 % y Suecia con el 93,33 %, así como Irlanda (69,57 %) y Letonia (62,50 %).

En el extremo contrario se encuentran Eslovaquia y Hungría, países en los que ninguna de sus entidades contaban con estas políticas.

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Los estudios recalcan que más de dos tercios de las instituciones analizadas en toda Europa tenían directivos de un sólo género, donde "el número de directores ejecutivos varones excede de lejos el de las mujeres", un patrón que se mantiene en todos los grupos de edad, desde los menores de 30 a los mayores de 70.

"La representación de mujeres dentro de los cuerpos directivos es muy baja", con solo un 13,63 % en funciones directivas y un 18,90 %, destacan.

En el caso de España, en 2014 (último año para el que se tienen datos) los porcentajes eran 14,93 % y 15,58 %, respectivamente.

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Visto desde otro prisma, esto supone que ese año el 85,07 % de los directores ejecutivos eran hombres, así como el 84,42 % del resto de cargos directivos.

La exigencia de promover la diversidad forma parte de la directiva europea de Requisitos de Capital, lo que da cuenta de que más allá de la discusión social o moral, la promoción de la diversidad tiene un objetivo económico: se busca ampliar el rango de opiniones y experiencias de los responsables de tomar decisiones.

Corresponde a los Estados miembros o las autoridades competentes velar por que las entidades "tengan en cuenta una amplia gama de cualidades y competencias al seleccionar a los miembros de sus órganos de dirección", pero muchos países son laxistas, según los informes.

"Pese a los requisitos legales, solo un número limitado de instituciones han adoptado ya una política de diversidad. Y las adoptadas difieren de manera significativa de un país a otro, particularmente respecto a la diversidad de género", recalcan.

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Por ello, tanto la EBA como Bruselas señalan que "las instituciones, pero también los países, deberían considerar tomar medidas adicionales que promuevan una representación más equilibrada de ambos géneros".

Pero la diversidad no se refiere solo a una cuestión de género, sino también a la búsqueda de más variedad en términos de edad, de origen, de educación o incluso perfil profesional.

Por ejemplo, la EBA recalca que "las instituciones deberían tratar de aumentar la diversidad de edades de los miembros de sus cuerpos ejecutivos para asegurar una mezcla apropiada de miembros muy experimentados con miembros que tienen experiencia laboral más actualizada".EFECOM

mtm/rja/mgm

(Más información sobre la Unión Europea en euroefe.euractiv.es)

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