Los divorcios son para septiembre
Exprés, notarial, de mutuo acuerdo y la nueva fórmula surgida de la crisis : "compañeros de piso"
Exprés, notarial, de mutuo acuerdo y la nueva fórmula surgida de la crisis : "compañeros de piso", con los expertos de Le Morne Brabant abogados Coloquialmente se dice que en el verano "nos escapamos". Empleamos este verbo, nada inocente, para referir que dejamos atrás por unas semanas las rutinas habituales que nos producen estrés y que, a veces, constituyen un problema en sí mismas.
El trabajo, la responsabilidad diaria, los familiares, nuestras compañías habituales,..Pero ¿Qué ocurre cuándo la fuente del conflicto se sienta a nuestro lado en el avión y continúa durmiendo a nuestro lado en la cama?
Mientras que la mente y el cuerpo necesitan su merecido tiempo de descanso, no sólo no lo logran, sino que se ven agobiados por tener que pasar 24 horas diarias con "el enemigo". El conflicto se recrudece y, al final de las vacaciones, llega el divorcio.
"Ocurre igual que tras las vacaciones de Navidad. En septiembre aumentan las demandas de divorcio, debido a que en los periodos vacacionales se incrementa la convivencia entre la pareja, lo que provoca más fricciones. No podemos olvidar que en la sociedad en la que vivimos actualmente, con ambos miembros incorporados al mercado laboral, los tiempos habituales de convivencia suelen ser escasos a lo largo del año."
Lo cuenta Alejandra Garcia, experta en derecho civil del bufete de abogados Le Morne Brabant, que alude también al estrés añadido que suponen, en caso de haberlos, los hijos, de vacaciones durante tres meses. Sin clases, y, por lo tanto, sin horarios, ni reglas y con nuevos límites a establecer, en los que, muchas veces, los padres no logran ponerse de acuerdo.
No son precisamente los hijos un handicap a la hora de que las parejas permanezcan juntas, puesto que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2014, que nos recuerdan desde el despacho, la mitad de los matrimonios que deciden divorciarse tienen hijos.
Parece pues, que van remitiendo los efectos económicos de la crisis sobre el estado civil de los españoles. Desde 2008 a 2014 se vino un descenso en las demandas debido, según el Consejo General del Poder Judicial a los procedimientos de modificación en las medidas de guardia, custodia y alimentos de los hijos. O lo que es lo mismo, al elevado coste de mantenimiento de dos hogares y la pensión alimenticia para los hijos del matrimonio.
Según Alejandra García, cuando las parejas no pueden afrontar las condiciones económicas derivadas del divorcio "se convierten en compañeros de piso". Compañeros que "cada vez tienden más al consenso a la hora de presentar una demanda de divorcio", aunque es cierto, puntualiza la letrada, que "los procedimientos contenciosos suelen sacar lo peor de cada uno".
Por este motivo, aunque la demanda se lleve a cabo de forma conjunta y de mutuo acuerdo( en 56,8% de los casos la fue presentada por ambos cónyuges, en el 27,5% por la esposa y en el 15,7% por el esposo, según los mismos datos del INE de 2014), es recomendable que cada parte tenga un abogado diferente. De esta manera se evitan las fricciones y conflictos entre la pareja mientras se lleva a cabo la negociación.
Divorcio exprés, más rápido pero no inmediato
Desde Le Morne Brabant añaden a este respecto que la presencia de un letrado aclara mucha falsa información que han ido obteniendo a través de Internet. Por ejemplo es muy habitual que pregunten por el divorcio exprés, pensando que van a tener la sentencia inmediatamente, cuando la realidad es que el término o divorcio exprés se acuñó para referirse a la reducción de los plazos necesarios para interponer la demanda. Antes de la reforma, aclaran desde el despacho, era necesario esperar un año desde el matrimonio para pedir la separación y después otro año para solicitar el divorcio. Después esto se redujo a tres meses desde el matrimonio para poder solicitar directamente el divorcio, sin tener que separarse previamente.
También continúan creyendo los demandantes que deben invocar una causa concreta de divorcio, como infidelidad o la llamada falta de "afecto maritales", en la que se se basaban los jueces antes de la reforma del Código Civil. En la actualidad estos supuestos no son necesarios.
Aun así, y a pesar de haberse reducido los plazos, se puede tardar en divorciarse entre tres y diez meses, bien sea o no de mutuo acuerdo y dependiendo del partido judicial que corresponda.
Ante Notario, sólo si la pareja no tiene hijos
Por este motivo, existe mucha solicitud de información en torno al divorcio notarial, al que, pese a la creencia general, no pueden acogerse todas las parejas. Alejandra García aclara que "que es preciso que no haya hijos menores de edad y que el divorcio sea de mutuo acuerdo, siendo obligatoria, además, la asistencia de abogado."
Se trata de un divorcio de mutuo acuerdo en el que ambos cónyuges ratifican ante notario el convenio regulador suscrito por ambos y preparado previamente por un abogado. Es una escritura notarial en la que dicho convenio se eleva a público, dándole total validez jurídica y procediendo, a posteriori, el notario a comunicar el divorcio al Registro Civil correspondiente para que proceda a su inscripción. Es mucho más rápido y económico, salvo que se liquiden gananciales, en cuyo caso el coste puede verse incrementado.