La Unió aboga por potenciar el sector de la vitivinicultura de Castellón

El secretario general de La Unió de Llauradors, Ramón Mampel, ha abogado hoy por potenciar el sector de la vitivinicultura[…]

El secretario general de La Unió de Llauradors, Ramón Mampel, ha abogado hoy por potenciar el sector de la vitivinicultura de Castellón a través de la recuperación del consumo entre los castellonenses y la creación de valor para los vinos de la provincia.

Así lo ha explicado hoy Mampel en el almuerzo navideño que ha mantenido con la prensa, donde ha hecho una reflexión sobre el sector vitivinícola de Castellón, el cual ha tenido "muchos altibajos" a lo largo de su historia, ha indicado.

Aunque su producción todavía es limitada, ha dicho el secretario general, ya que se sitúa actualmente en el millón de litros de blancos, rosados, tintos, espumosos, dulces y mistelas, La Unió apuesta por la construcción de la marca "Vinos de Castellón", ya que se posee el terreno y la meteorología adecuadas.

Para Ramón Mampel, el proceso para lograr la Denominación de Origen es "largo", y tiene que haber "voluntad" de la Conselleria de Agricultura.

A su juicio, los desafíos para los vinos de Castellón pasan por la recuperación del consumo entre los castellonenses y por la investigación para mejorar la calidad de las uvas: tipos de poda, manejo de suelos, control del estrés hídrico, dominio de la vigorosidad de las cepas, control de plagas o viticultura de precisión.

Además, es necesario hacer un análisis de todos los factores posibles que determinen el momento óptimo de la vendimia para cada variedad con objeto de conseguir la máxima potencialidad y la elaboración de mejores vinos y por consiguiente la apuesta por los vinos ecológicos, biodinámicos y naturales.

La Unió aboga además por revalorización de "nuestro terroir" (la suma del clima, microclima, suelo, variedad de uva y disposición del viñedo) buscando una viticultura sostenible.

Asimismo, se apuesta por la recuperación de variedades tradicionales y/o adopción de variedades mejorantes, que contribuyan a la diferenciación o tipicidad de los vinos de Castellón, la promoción de medidas que mitiguen los posibles cambios climáticos, la rentabilización del cultivo de la vid mediante la reducción de costes y la captación de nuevos consumidores elaborando una amplia gama de vinos que satisfagan todos los gustos.

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Otro de los desafíos expuestos es la necesidad de concienciar a los vitivinicultores de que el éxito de los vinos de Castellón depende de la unidad de acción y construir la marca "Vinos de Castellón".

Para crear el "valor" de los vinos castellonenses, según La Unió hay que "dejar atrás la Indicación Geográfica Protegida (IGP) y convertirlos en una Denominación de Origen (DO), protegida o calificada que transmita confianza en el consumidor.

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