La pizarra de Rallo ¿De verdad acabó con la crisis el PP?

La economía española ha vuelto a crecer por encima del 3% en 2015, lo que no sucedía desde hace siete[…]

La economía española ha vuelto a crecer por encima del 3% en 2015, lo que no sucedía desde hace siete años. La creación de empleo progresa a un ritmo de más de 500.000 trabajadores anuales, las exportaciones están en máximos históricos y la peligrosa prima de riesgo en niveles que no asustan. Muchas voces atribuyen esta recuperación a la política económica del Partido Popular. La cuestión es si esto es así. El economista, doctor en Ciencias Económicas y director del Instituto Juan de Mariana, Juan Ramón Rallo, lo analiza en uno de los capítulos de su nuevo libro, "La pizarra de Juan Ramón Rallo: Los 40 mitos de la economía española" (Deusto), una obra donde trata distintas cuestiones de actualidad en la economía española.

En opinión de este experto, "la mejora de las variables económicas no nos indica en sí misma si este buen comportamiento se produce gracias a la actuación del Gobierno o a pesar de ella". Considera importante analizar si las reformas promovidas por el Ejecutivo de Marino Rajoy han impulsado un marco institucional que permita a los empresarios desarrollar su labor fundamental, que no es otra que vender sus productos y crear puestos de trabajo. Y la respuesta a esta cuestión, dice Rallo, "solo puede ser negativa".

En este sentido, apunta, "el Gobierno de Rajoy ha sido el que más impuestos ha subido en toda nuestra historia, no ha aprobado liberalizaciones de calado que hayan facilitado el emprendimiento, y para más inri ha dejado sin resolver los gravísimos problemas del déficit público y de la deuda exterior, hipotecando gravemente el futuro de los españoles".

De acuerdo con los datos que aporta Rallo, la deuda pública por habitante se incrementó en España, entre 2011 y 2014, desde los 15.400 euros a los 22.200 euros. El economista afirma así que "la desidia del Partido Popular para recortar el déficit implicó cargarle a cada español con una deuda adicional de 6.800 euros en apenas tres años".

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La cuestión es que tampoco se ha reducido el endeudamiento exterior. Para ello, hace falta exportar más de lo que se importa, pero el problema es que el déficit público no estimula el éxito de las exportaciones españolas, sino que las frena, con lo que "disminuye nuestra capacidad de desapalancarnos externamente". Entre finales de julio de 2011 y de 2014, "el principal responsable de que nuestro endeudamiento exterior no se redujera con muchísima mayor intensidad fue el sector público". De hecho, la deuda exterior privada disminuyó en este periodo en 280.000 millones de euros, pero la deuda exterior pública se incrementó en 225.000 millones.

Si reconoce Rallo que el PP llegó al poder "en una coyuntura verdaderamente crítica, con un estado y un sistema financiero mucho más al borde de la quiebra de lo que muchos son capaces de imaginar". Pero el gobierno no solucionó ninguno de estos problemas, argumenta el experto, sino que hubo que recurrir al "auxilio de las instituciones comunitarias".

Así, explica Rallo, el sistema financiero español fue recapitalizado mediante un préstamo blando del Mecanismo Europeo de Estabilidad que "deberemos amortizar los contribuyentes en el futuro". Y la bancarrota estatal "fue evitada por la actuación del Banco Central Europeo, primero prometiendo por boca de Mario Draghi que haría todo lo posible para salvar el euro, y más tarde ejecutando un ambicioso y arriesgado programa de compra de deuda pública", dice Rallo.

Solo hay que observar cómo las primas de riesgo de España e Italia comienzan a descender con fuerza y en paralelo desde que Draghi pronunció esas palabras. Así que, explica el economista, "difícil atribuirle a Rajoy el éxito de la estabilización financiera de Italia".

Finalmente, Rallo admite que Rajoy podría haberlo hecho mucho peor, por ejemplo, desfilando por la "suicida senda populista que han seguido otros gobiernos europeos, como el de Syriza en Grecia". Pero, apunta, "también podría haberlo hecho mucho mejor, pinchando la burbuja de gasto público en la que todavía estamos sumergidos, bajando impuestos con audacia y liberalizando por completo la economía". De hecho, "eso fue lo que prometió que iba a hacer durante la campaña electoral y lo que, agotado su primera legislatura, dejó pendiente de hacer para perjuicio de todos los españoles", apostilla Rallo.

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