La industria crucerística vería discriminatoria la creación de una nueva tasa

La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), la principal voz de esta industria en todo el mundo, ha expresado[…]

La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), la principal voz de esta industria en todo el mundo, ha expresado hoy su frontal rechazo a la posibilidad de que el Ayuntamiento de Barcelona cree una nueva tasa para los turistas que no duermen en la ciudad, lo que afectaría a los cruceristas.

El vicepresidente de CLIA España y director general de MSC Cruceros en este país, Emiliano González, ha afirmado que el sector ya paga en Cataluña la tasa turística aprobada por la Generalitat, que afecta a los cruceristas que pernoctan dos o más noches en la capital catalana, pese a estar "totalmente en contra" de cualquier impuesto que se aplique a clientes o navieras.

González ha recordado la importancia de esta industria, que dejó el pasado año 1.323 millones de euros en la economía española, y que el Puerto de Barcelona es precisamente el primero de Europa, con 2,54 millones de pasajeros en 2015, casi el 8 % del total de los turistas que recibió la capital catalana a lo largo del año.

El Ayuntamiento, sin embargo, se plantea "revisar la fiscalidad" de los cruceristas de Barcelona para aumentar el retorno del coste de recibir millones de turistas cada año, teniendo en cuenta que buena parte de ellos no duermen en hoteles, sino en barcos.

"La industria está abierta a mantener permanentemente contactos con las autoridades en beneficio de cualquier aportación para la ciudad, pero estamos totalmente en contra de cualquier tasa, de la existente que hemos aceptado y de cualquier otra de futuro, porque nos parece discriminatoria", ha declarado Emiliano González durante la presentación del último informe que ha elaborado CLIA sobre el impacto económico de los cruceros en Europa.

El directivo se ha referido también a las múltiples protestas ciudadanas que ha habido en los últimos meses en Barcelona por los costes sociales y medioambientales que provocan los cruceros, principalmente por la contaminación del aire y los efectos negativos para el cambio climático que conllevan las emisiones.

González ha señalado, en este punto, que "cualquier protesta de un ciudadano es respetable y ha de ser escuchada", aunque ha defendido el gran esfuerzo que está haciendo la industria crucerística en pro de la sostenibilidad.

Ha recordado, por ejemplo, que desde el año 2010 los cruceros que están atracados en un puerto sólo pueden consumir combustible con un contenido de azufre inferior al 0,1 % y que el sector tiene en marcha inversiones por valor de 8.000 millones de euros para impulsar el uso de barcos con gas natural licuado (GNL).

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"La propia industria tiene protocolos que a veces son mucho más exigentes que los de las administraciones locales, nacionales o internacionales", ha subrayado el vicepresidente de CLIA España.

Por su parte, el director de esta asociación, Alfredo Serrano, ha querido resaltar la "excelente aceptación" que tienen los cruceros en España, donde sólo el pasado año 466.000 ciudadanos eligieron este tipo de medio para pasar sus vacaciones, buena parte de ellos barceloneses.

En cualquier caso, Serrano ha reconocido "parte de culpa" de la asociación por no haber sabido transmitir a la opinión pública la importancia del sector y su esfuerzo por innovar y aplicar mejoras medioambientales.

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"El mercado de cruceros es bastante desconocido y llevamos como asociación sólo dos años operando en España", ha indicado Serrano, que cree que es "obligación" de la entidad la labor de promoción y "de dar a conocer quiénes somos, qué hacemos y qué iniciativas tenemos".

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