Gafas Etnia Barcelona prevé llegar a 100 millones de facturación en 2020
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La marca de gafas Etnia Barcelona ha cerrado el ejercicio 2016 con una facturación de unos 60 millones de euros, un 23 % más que el año anterior, y prevé alcanzar unas ventas de 100 millones en 2020, gracias a la buena marcha del negocio en los mercados internacionales.
Fundada hace 17 años por David Pellicer, tercera generación de una familia de fabricante de gafas, Etnia Barcelona se ha erigido como una de las marcas de referencia del sector y se codea en algunos países con gigantes como Ray-Ban.
La firma, con más de un millón de gafas vendidas en 2016, ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años, pasando de facturar 200.000 euros en 2001 a 60 millones en 2016 y exportando el 90 % de su colección a países como Estados Unidos, Francia, Italia o Alemania, sus principales mercados.
Este crecimiento se ha acelerado con la entrada de Etnia, hace cuatro años, en el segmento de las gafas de sol, que ya representan el 20 % del total de los ingresos.
En una entrevista con Efe, Pellicer (Barcelona, 1978) destaca que Etnia es la segunda marca de gafas más vendida en Francia, mientras que en regiones como Québec (Canadá) es la primera.
España representa actualmente solo el 10 % de la facturación, por lo que la marca tiene aún un largo recorrido en el mercado doméstico.
"Como gran reto tenemos Asia, en un par o tres de años queremos atacar este mercado", señala Pellicer.
El colorido de las gafas Etnia es una de las señas de identidad de la marca, que apuesta asimismo por la calidad, con unas lentes de cristal mineral que no se rayan y un diseño muy artístico y personal.
"Utilizamos los mejores componentes del mundo", asegura el propietario de Etnia, que cuenta con dos fábricas propias en China, aunque todo el ensamblaje de las gafas se hace en Italia, de donde provienen además todos los componentes.
La distribución se gestiona desde Barcelona, donde la marca tiene también una pequeña planta que asume la producción de ediciones limitadas.
"Desde aquí distribuimos al mundo después de pasar los pertinentes controles de calidad", subraya Pellicer, que recalca que el 80 % del coste de unas gafas proviene de Italia.
Etnia tiene su sede en Esplugues de Llobregat (Barcelona) y filiales en Miami (Estados Unidos), Vancouver (Canadá) y Hong Kong, aunque no descarta abrir una nueva sede en Asia una vez que la compañía ataque este mercado.
El diseño se concentra actualmente en Cataluña, si bien Etnia se plantea también abrir nuevos centros de este tipo en Asia y Estados Unidos para desarrollar productos más adaptados a las vicisitudes de cada mercado.
La marca, con una plantilla de unas 450 personas en todo el mundo, ha abierto recientemente su primera tienda propia. Lo ha hecho en Barcelona, en un edificio de siete plantas en la céntrica plaza de Santa María del Mar, en el barrio del Born, propiedad de Pellicer, que compró el inmueble en 2014.
"El objetivo es contar en los próximos años con entre tres y cinco tiendas de este tipo en ciudades como París, Londres, Nueva York o Seúl", explica el directivo, que quiere abrir en otros países "para tener contacto con el cliente final, conocerlo y tener 'feedback', pero hacerlo poco a poco".
La tienda de Barcelona tiene una superficie de 800 metros cuadrados dedicados a la venta, aunque cuenta también con otros espacios como un taller o zonas de exposición, y en ella trabajan una veintena de personas.