Egipto tiene ahora la clave

El pueblo tunecino acabó con un gobierno autoritario y corrupto, pero los mercados apenas se enteraron. No les importó. Las[…]

El pueblo tunecino acabó con un gobierno autoritario y corrupto, pero los mercados apenas se enteraron. No les importó. Las protestas en Egipto, donde se tambalea el régimen de Hosni Mubarak, en cambio, han hecho saltar las alarmas en los parqués de todo el mundo. Las manifestaciones del viernes en El Cairo y otras muchas ciudades del país, provocaron fuertes descensos en las Bolsas y huída del dinero hacia los activos más seguros, como la deuda pública alemana, el franco suizo o incluso el dólar, que se fortaleció de repente contra un euro que parecía imbatible. Y, mientras, el barril de petróleo, particularmente el que cotiza en Londres, el Brent, se acercó a los 100 dólares, justo en un momento en el que los mercados están que arden por las presiones inflacionistas que pueden devenir en subidas de tipos en un contexto de extrema debilidad económica. Y así seguimos esta mañana. El análisis semanal bursátil semanal de Bankinter asegura que sólo da 48 horas de tregua antes de tomar decisiones sobre su estrategia de inversión. "Ahora todo depende de una variable exógena e imposible de predecir", afirman. Egipto tiene ahora la clave de las Bolsas, la renta fija, el mercado de divisas.

Porque Egipto no es Túnez. Ni los mandatarios de la Unión Europea, ni los de Estados Unidos, se preocuparon por mantener a Ben Alí al frente del Ejecutivo tunecino. Tampoco le animaron a que fuera él mismo el que encabezara un Gobierno de transición a la democracia, como ha hecho la secretaria de Estado americana, Hillary Clinton, con Hosni Mubarak. O como seguramente hagan hoy mismo los ministros de Exteriores europeos, reunidos esta mañana en Bruselas.

Túnez, Egipto, Jordania, Yemen... están viviendo sus particulares revoluciones burguesas. El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense, Rafael Calduch, recordaba siempre en sus clases que la civilización musulmana ha nacido ocho siglos más tarde que la cristiana, pero ello no evitaba que fuera a vivir las mismas etapas que ésta. En Europa, el desarrollo de la economía de mercado dio lugar a una clase social más rica a la que le estorbaba un gobierno autoritario y que ansiaba una democracia liberal. Ahora, el desarrollo económico en el Magreb y  Oriente Medio es ya similar al de la Europa del siglo XVIII. Como en el Viejo Continente entonces, la burguesía árabe está tomando las riendas de su destino, aunque en Egipto los Hermanos Musulmanes se hayan unido a la alternativa de Gobierno que quiere crear El Baradei, aunque haya regresado a Túnez el líder islamista Rachid Ganuchi, aunque salgan a la calle las banderas del Partido Comunista tunecino. Como en la Revolución Francesa, la religión cotiza a la baja y también la izquierda perderá. Pese a que en Yemen el paro juvenil sea de un 49%, el de Egipto, de un 33%, y el de Túnez ascienda a un 26%. Egipto no es el Irán de los setenta. Tampoco la Rusia de 1917. Es, más bien, la Francia de 1789. Aunque las agencias de "rating" se hayan puesto nerviosas y hayan rebajado las calificaciones de Túnez y Egipto, para sorpresa, por ejemplo, de Nouriel Roubini, que se pregunta por qué no se acordaron, por ejemplo, del régimen de Ben Ali durante décadas.

Pero el dinero es muy miedoso. Y sobre todo respecto a lo que pueda suceder en Egipto. Hosni Mubarak ha sido un dictador (aunque formalmente Egipto es una democracia, a las elecciones presidenciales sólo se presenta un candidato), pero ha sido un tipo muy de fiar para Occidente: aliado de Estados Unidos e, incluso, de Israel, a quien ayuda para mantener bloqueada la franja de Gaza, con la que tiene frontera. Para los Gobiernos europeos y para Estados Unidos era muy cómodo tener a Hosni Mubarak en un país con tal importancia geoestratégica. Pero, ¿y si ahora cae Mubarak? ¿Y si en el nuevo Gobierno, que puede ser de concentración, entran elementos más beligerantes contra Israel? ¿Y si sucede lo mismo en Jordania? ¿Y si toman el ejemplo de Turquía, que aun siendo un aliado tradicional de Estados Unidos, patrocinó la Flotilla de la Libertad, violando el bloqueo de Gaza? Este fin de semana, Al Jazeera informaba de que las protestas están llegando, primero a la Península del Sinaí y, desde ahí, a Gaza, donde los beduinos se habían hecho con el control de alguna ciudad. Por no hablar del Canal de Suez, que corre el riesgo de cerrarse y, por tanto, de frenar intercambios comerciales, sobre todo de petróleo.

El mercado está nervioso porque sabe que existe un gran riesgo de que el precario equilibrio de Oriente Medio salte por los aires. Los altos ejecutivos egipcios que viajaron al Foro Económico de Davos daban por segura la caída del régimen de Hosni Mubarak -sus hijos ya han huido a Londres- mientras veinte aviones privados de la oligarquía económica cercana al dictador aterrizaban en el aeropuerto de Dubai. Y, ahora la gente empieza a pensar mal de Mohammed El Baradei, que muy bien podría ser el "tapado" de Estados Unidos para tomar el relevo, aunque a su favor cuenta haber defendido, durante su mandato al frente a la Agencia Internacional de la Energía Atómica, que en Irak no había armas de destrucción masiva y se opusiera al cuarteto de las Azores.

Y, mientras, China, bloquea todo lo que lleve la palabra "Túnez", no vaya a ser que su población también se canse del totalitarismo.

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