Economías asiáticas y la retórica del proteccionismo

La retórica del proteccionismo convence a los votantes insatisfechos, como evidencia el actual contexto político en ambos lados del Atlántico.[…]

La retórica del proteccionismo convence a los votantes insatisfechos, como evidencia el actual contexto político en ambos lados del Atlántico. Los candidatos presidenciales en los Estados Unidos se han concentrado en los acuerdos de comercio y sostienen que éstos dañan los intereses del país, mientras el Reino Unido se prepara para votar si se queda o se va de la Unión Europea.

Al mismo tiempo, pasa desapercibido el resurgimiento de países que han sufrido políticas proteccionistas y nacionalistas similares a las que se promueven actualmente en Occidente. A principios de año, Myanmar eligió a su primer gobierno democrático, a la búsqueda de una reapertura del país al mundo tras décadas de intercambios externos limitados. India e Indonesia continúan sus reformas en los parámetros de inversión para reducir las limitaciones burocráticas que desalientan al capital extranjero. China también busca implementar reformas de mercado alineadas con los estándares internacionales, tras ver el efecto negativo de la asignación ineficiente de capital.

La apertura al comercio internacional deriva en ganancias netas ya que los países intercambian bienes y servicios en los cuales tienen ventajas comparativas y superávit. Históricamente, las tarifas se incorporan para prevenir abusos potenciales. Pero, a medida que nuevos acuerdos de comercio, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), intentan armonizar los estándares y prácticas comerciales las tarifas se reducen y eventualmente desaparecen porque la producción total supera la suma de la producción de cada una de las partes.

Cualquier esfuerzo para obstruir o revocar los acuerdos de comercio afectaría al crecimiento mundial, que se mantiene vulnerable a los shocks externos. Intuitivamente, los países con un mayor porcentaje de comercio en relación al tamaño de sus economías tendrían que tener peores previsiones. En este punto, Asia parece ser la región más vulnerable, aunque los cambios en la composición de las manufacturas globales sugieren lo opuesto.

En primer lugar, las dinámicas de comercio han cambiado a medida que las compañías han movido sus cadenas de suministro concentradas hacia la diversificación, aumentando el contenido extranjero. Este fenómeno ayuda a explicar en parte el impacto limitado sobre el comercio aún en vistas de la depreciación de las monedas asiáticas este año, debido a que las ventajas en los términos de intercambio se contrarrestan por el crecimiento de los costes de producción en moneda local. Mientras la cadena de suministro entera vería crecimiento estático bajo un proteccionismo, los exportadores asiáticos no tendrían un desempeño mejor.

En segundo lugar, debido a los acuerdos de comercio entre vecinos asiáticos y la posición destacada de China como país manufacturero y consumidor final la mayoría de las exportaciones asiáticas se quedan en la región. Según datos de Morgan Stanley Research, el 51,1% de las exportaciones de Asia excluyendo Japón (AXJ) se destinan a otros países de la misma región, frente a un 46,3% en 2006. Durante la última década, la evidencia de una ruptura entre Asia y Occidente ha crecido. Las exportaciones AXJ a los Estados Unidos y la Unión Europea, que representaron un 17% y un 15,7% respectivamente en 2006, han caído a un 14,4% y a un 12,8%.

El crecimiento del dogma proteccionista eleva la ansiedad global durante esta temporada de clima frágil en la economía mundial. Tiene un efecto tranquilizador que algunas de las economías más grandes de Asia, así como sus naciones con más crecimiento, dependan más de la demanda doméstica y del comercio intrarregional. Esto es evidente en el Sudeste asiático, particularmente en India, Indonesia y las Filipinas, donde la economía es guiada por lo doméstico. La transición de China hacia una economía mayormente basada en el consumo representa una esperanza para la región.

Las empresas pequeñas y medianas de Asia supuestamente se desempeñarían mejor ya que se concentran principalmente en los mercados domésticos, contrariamente a las compañías de mayor tamaño que suelen ser multinacionales. A medida que se acerca el verano el tono político se mantendrá caldeado. Si bien el proteccionismo es negativo para el comercio global, la demanda doméstica asiática representa una base fuerte para crecer. Pero hay que tener en cuenta que el efecto rebote causado por la retórica proteccionista lo sufriremos todos.

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Christopher Chu
Analista de mercados asiáticos de Union Bancaire Privée (UBP)

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