Campofrío, del fuego y las lágrimas a una nueva realidad industrial

Pocos confiaban en que fuera posible construir y poner en marcha una nueva planta de Campofrío en Burgos sobre los cimientos de la que quedó asolada por el fuego hace hoy dos años y provocó las lágrimas de muchos trabajadores, que veían su futuro truncado.

El esfuerzo de la compañía, el apoyo de las administraciones y el respaldo de muchas personas anónimas de dentro y fuera de Burgos ha permitido levantar una nueva planta en un tiempo récord y comenzar a operar en pruebas para ir incorporando las diferentes secciones de fabricación de forma progresiva en los próximos meses.

El secretario del comité de empresa europeo de Campofrío, Pablo Dionisio Fraile, cree que el logro de reabrir Campofrío "es un poco fruto del esfuerzo de todos, especialmente de trabajadores y empresa, que han colaborado como una piña".

De hecho, 623 trabajadores de la antigua Campofrío, los que quedan después de bajas y jubilaciones de los dos últimos años, han salido ya de las listas del desempleo y son parte de la plantilla de la nueva Campofrío.

Sólo una parte se ha incorporado al trabajo y el resto lo hará de forma progresiva, cuando vaya aumentando el nivel de operación de la planta "pero todos están ya contratados y a disposición de la compañía", ha precisado el representante sindical.

Mientras, han acordado un calendario de formación, vacaciones adelantadas y flexibilidad horaria que permitirá ir adecuando la plantilla al ritmo de puesta a pleno rendimiento de una planta que sitúa en Burgos al complejo más grande y moderno de Europa en el procesado cárnico.

La empresa ha querido reconocer el esfuerzo de los empleados con un acto interno en el que se ha estrenado en primicia un documental sobre la historia de la compañía tras el incendio.

El Auditorio Fórum de Burgos ha acogido esta mañana a todos los trabajadores que han visto reactivados sus contratos de trabajo y a los que ya estaban trabajando para la nueva fábrica, para mostrarles en exclusiva una película que retrata lo vivido durante este proceso a través del testimonio de sus verdaderos protagonistas.

En una nota remitida por la compañía se señala que este documental recoge imágenes inéditas e historias reales de todos los protagonistas, creando una especie de película que suscita emociones e involucra a todos los que vivieron de cerca este episodio de la compañía.

El presidente del comité de empresa de la planta burgalesa, Hilario Sancho, insiste en que estos dos años han sido "muy duros" para muchos trabajadores y que "no son en absoluto privilegiados".

"El único privilegio de los trabajadores de Campofrío es que hay una nueva planta dos años después del incendio, pero en este tiempo muchos han cobrado entre 10.000 y 12.000 euros menos al año, lo que no es plato de gusto para nadie", ha explicado Sancho.

Hoy a la salida del Fórum antiguos compañeros que se han ido viendo en las asambleas y reuniones que se han sucedido desde el incendio de la planta no ocultaban su alegría mientras se preguntaban unos a otros cuando sería su fecha de incorporación y sonreían con cierta envidia al repasar los nombres de los que ya están trabajando en el proceso de pruebas de fabricación de la nueva planta.

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