El equipo de Pablo Casado ve a Santamaría «tocada» pero con ánimo de integración
Pablo Casado da «muchísima importancia» a la r eunión de hoy con Soraya Sáenz de Santamaría, según fuentes próximas al[…]
Pablo Casado da «muchísima importancia» a la r
eunión de hoy con Soraya Sáenz de Santamaría, según fuentes próximas al presidente del PP. Quiere contar con ella y con su equipo para conseguir la «integración» de todas las sensibilidades del partido, sin mirar atrás y sin que se pregunte a nadie, como dijo en su primer discurso como líder del PP, en qué bando estuvo durante el proceso de primarias. En el equipo de Casado ven a Santamaría «tocada» después de su dura derrota el sábado pasado, pero con ánimo de «arrimar el hombro, remar en la misma dirección y lograr una integración real».
En el congreso del PP, Casado dejó dos vocales sin designar dentro del Comité Ejecutivo Nacional, y sin nombrar la estructura de la dirección del partido, precisamente para dar lugar a cierto consenso dentro de la formación, y poder contar con alguna persona de la candidatura que perdió en el proceso interno para la sucesión de Rajoy. El equipo del presidente del PP no olvida que Santamaría logró un 42 por ciento de los votos de los compromisarios. Perdió, pero con un porcentaje tan importante de votos como para contar con ellos en la nueva estructura del partido, según asumen en Génova.
Llamadas a Cospedal y Feijóo
En los últimos días, Casado ha hablado con María Dolores de Cospedal, quien le dio un apoyo decisivo en la campaña interna, y también con Alberto Núñez Feijóo, por la importancia que tiene Galicia dentro del PP, y por el peso que tuvo el presidente gallego a la hora de la verdad, aunque no se decantara de forma pública y notoria a favor de nadie. Sus voces son tenidas muy en cuenta por Casado, quien está escuchando «a mucha gente antes de tomar las decisiones sobre la Ejecutiva».
En lo que parece haber coincidencia es en el perfil para la Secretaría General: sería mujer y de la máxima confianza de Casado. «La integración con Santamaría es importante, pero la secretaria general debe ser de Pablo, no tendría sentido poner a alguien que no tenga plena sintonía con él», advierten en su entorno. Las quinielas surgen por todas partes, pero Casado quiere esperar a hablar con quien fue su adversaria hasta el sábado pasado, y escuchar su opinión antes de cerrar una decisión.
Sin imposiciones
En el equipo más cercano de Casado se defiende que sea él personalmente quien elija a su número dos, pese a la influencia que pudo tener Cospedal en su triunfo. «Se ha ganado la legitimidad para nombrar al secretario general, sin imposiciones de nadie», advierten.
La «cumbre» del PP se celebra cinco días después de la votación del congreso de los populares. Sáenz de Santamaría ha estado apartada de los focos, pero desde su entorno se ha sabido que se encuentra «con muy buena actitud». «Nos tenemos que arrimar todos. El resultado ha sido muy duro para ella, pero también muy democrático», explican desde el nuevo Comité Ejecutivo Nacional.
El presidente del PP quiere «sanar heridas» y comprobar en primera persona el grado de voluntad que tiene Santamaría y su equipo a la hora de cerrar filas, pero también busca un compromiso de que no habrá «territorios a la contra» a partir de ahora, según fuentes populares.
A la vuelta de la esquina estarán las elecciones autonómicas en Andalucía, y será la primera prueba de fuego para la nueva dirección. «Andalucía es ahora el territorio más complicado. El partido ahí tiene muchos problemas», confiesan las mismas fuentes. El enfrentamiento, y las presiones, en esa Comunidad durante el proceso interno de primarias ha sido especialmente enconado.
La reunión se producirá justo cuando el caso del máster de Casado ha vuelto a airearse. La juez ha imputado a tres compañeras de promoción del presidente del PP y ha dejado constancia de que la Universidad Rey Juan Carlos no ha encontrado los trabajos de Casado. En el equipo Casado se recordó que la Universidad solo tiene que guardar los trabajos durante un máximo de cinco años, tal y como demostró Javier Maroto con un documento que exhibió ante la prensa.