La negociación con Cataluña y el alivio de deuda a las regiones incumplidoras soliviantan a los barones
Casi un año después del último Consejo de Política Fiscal y Financiera, los consejeros de Hacienda de la plana mayor[…]
Casi un año después del último Consejo de Política Fiscal y Financiera, los consejeros de Hacienda de la plana mayor de comunidades autónomas se volvieron a reunir ayer, después de doce meses en los que la crisis catalana y el posterior cambio de Gobierno han paralizado los cónclaves con los barones. María Jesús Montero, acostumbrada a sentarse al otro lado de la mesa como consejera de Andalucía, inauguró sus contactos oficiales con las regiones y vivió su primer Consejo como ministra de Hacienda. No fue fácil y se prolongó durante horas. El gran protagonista estuvo ausente: el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, finalmente no asistió. Ante ello, todas las comunidades se amotinaron contra las negociaciones bilaterales entre la región y el Ejecutivo.
En este punto no hubo diferencias de color político: todas se opusieron a que Gobierno y Cataluña negociaran aspectos relativos a la financiación en un foro bilateral, precisamente donde Aragonés apostó por reunirse con el Ejecutivo. Montero también criticó duramente a Cataluña. «Donde se discuten las cuestiones de financiación o de reestructuración financiera es el Consejo de Política Fiscal. Lo digo por alguna comunidad que no ha asistido y se ha remitido a otro foro», aseveró Montero, rechazando toda concesión bilateral.
También hubo polémica por la reestructuración de deuda o la dilatación de la reforma de la financiación hasta 2020 decidido por Pedro Sánchez pese a que Montero defendía, como consejera, acelerarla. Ahora se creará una comisión de directores generales para tratar de impulsar la reforma en el plano político y que el Estado redefina su postura, que incluirá armonización de impuestos de Sucesiones, aunque el cónclave no comenzará a reunirse hasta la vuelta del verno. "No necesitamos endeudarnos por nuestra cuenta, necesitamos una nueva financiación", criticó la consejera de Castilla y León, Pilar del Olmo.
La madrileña Engracia Hidalgo. lamentó que con la regla de gasto, las dos décimas adicionales de déficit no se podrán gastar por parte de las regiones cumplidoras. Montero prometió relajar este corsé, pero solo si se aprueban los objetivos de estabilidad en las Cortes. La presión política crece. "No se entendería que fuéramos más austeros que Bruselas", señaló la ministra. Las regiones que ya están en superávit podrán emplearlo en breve: Montero anunció que habilitaría un reglamento de manera inminente.
Reestructuración a las CC.AA. incumplidoras
Como adelantó ABC, la ministra confirmó ayer que estudia la reestructuración de deuda a corto plazo de las comunidades que afectará a Cataluña, que en total tiene préstamos por 4.543 millones, y Valencia, con 1.903. Esta reestructuración en estudio tiene dos formas, la anterior y otra «global» que postergue la devolución de los mecanismos de financiación al Estado, al señalar que se «adecuarán los vencimientos» para empujar a las comunidades a salir a los mercados. Esta última se orientaría hacia las regiones con problemas de «sostenibilidad financiera a largo plazo», es decir, Cataluña, Valencia y Murcia principalmente.
También había puntos espinosos dentro del orden del día, que estipulaba conceder 2.500 millones más de margen para cumplir el déficit a las comunidades, al elevar su objetivo del 0,1% del PIB al 0,3% para el año que viene. Para 2020 se fija un 0,1% y en 2020, el equilibrio presupuestario.
Pese a ello, en la aprobación de los objetivos de déficit, deuda y regla de gasto 2019-2021 Hacienda no logró mayoría y hubo ocho votos en contra (de las regiones del PP, a saber, Madrid, Castilla y León, Galicia, Murcia, La Rioja, Ceuta y Melilla además de Canarias, gobernada por CC) mientras que siete comunidades socialistas (Asturias, Andalucía, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura) y la Administración Central votaron en contra. Comunidad Valenciana se abstuvo pese a estar gobernada por el PSOE. País Vasco, Navarra (ambas al tener regímenes forales no acudieron) y Cataluña no asistieron. Como en el Consejo si una autonomía apoya la propuesta del Gobierno, la medida sale adelante, Hacienda logró imponer sus objetivos pero Montero no convenció. "La regla de gasto impide que nos podamos gastar las dos décimas de mayor déficit", lamentó Del Olmo.
La votación augura una oposición dura del PP en las Cortes a los Presupuestos de Sánchez: pese a contar con el incentivo de 2.500 millones más de margen en año electoral, la mayor parte de las regiones, todas las del PP en bloque, rechazaron las metas. La debilidad parlamentaria del Gobierno se repite entre las regiones: difícilmente se sacarán los objetivos de estabilidad en Congreso y Senado.
