Sergio Rodríguez, presidente de la fundación Pfizer: «La innovación es una parte fundamental de nuestra actividad»
Impulsar la innovación, tanto en el área de salud como en la social, es uno de los grandes objetivos de la Fundación Pfizer
Pfizer es la primera compañía biomédica del mundo, con más de 160 años de historia y presencia en 180 países, que tiene como objetivo seguir innovando para descubrir nuevos medicamentos que respondan a las necesidades de los pacientes. Su director general en España, Sergio Rodríguez, es también el presidente de la Fundación.
¿Cómo nace la Fundación Pfizer en España? ¿Con qué ideas? ¿Con qué proyectos?
Nació hace 19 años con el objetivo de llegar a la sociedad con una serie de mensajes que ayuden a mejorar la divulgación científica y la promoción de la investigación en las áreas médicas. También con propuestas de diálogos y debates sociales. Al principio, el tema central fue un envejecimiento saludable. Hace dos años decidimos redefinir los objetivos de la fundación y, sin dejar de lado todo lo citado, nos estamos centrando más en todo lo que tiene que ver con la innovación, tanto en el área de salud como en la social también, y con un claro foco en la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
¿Cuáles son los valores de Pfizer?
Los valores de nuestra compañía están centrados en el paciente. Uno de nuestros pilares centrales es la diversidad, un valor básico no sólo para Pfizer, sino para el conjunto de la sociedad. Por eso, fomentamos la diversidad, porque nos hace más fuerte, más capaces y mejores a la hora de tener más impacto con los objetivos que nos marcamos, que no son otros que los pacientes.
¿Qué iniciativas concretas destacarías de la fundación?
Contamos con varias áreas de actuación, aunque la base siempre ha sido impulsar la investigación. Por ello pusimos en marcha unos premios de investigación básica y clínica que entregamos todos los años. También trabajamos en el desarrollo de start ups, a través del proyecto «Ideas en Salud», que consiste en identificar problemas que hay ahora mismo en la sanidad y hospitales públicos y lanzamos retos a las start ups. Posteriormente impulsamos las soluciones que aportan.
Otra línea de actuación es el debate social alrededor de la salud y el fomento de una vida saludable, ver cómo la innovación y la tecnología nos pueden ayudar a que no tengamos que ser pacientes y contemos con una buena calidad de vida. Igualmente, en la fundación colaboramos con otras entidades, porque creemos que actualmente las iniciativas que se pongan en marcha tienen que pasar por la colaboración para que tengan más potencia y sean más eficientes. La suma de un talento diverso, el procedente de distintas entidades, es clave.
¿Estas actividades, esta sensibilidad, tienen un impacto positivo en los recursos de la compañía?
Sí. El objetivo central que tenemos tanto en la compañía como en la fundación es el paciente. Pero es verdad que la fundación nos da una capacidad de poder llegar a otros ámbitos de la sociedad y tener un impacto mayor con actividades que son accesorias y complementarias a lo que hacemos. Si hablamos de procesos de gestión en los hospitales o ´cómo se gestiona el tratamiento de un paciente de oncología, son iniciativas que nada tienen que ver con la venta de un medicamento, son complementarias y desde el punto de vista de los empleados nos da una mayor visibilidad de lo que realmente estamos haciendo y queremos hacer. La fundación te da un campo más amplio de actuación y poder tener un impacto mayor en la sociedad, algo que desde un área de negocio es más complicado conseguir.
A la hora de encontrar y retener talento, ¿este perfil social de la empresa facilita vuestra labor?
Sí, porque en el perfil profesional que queremos y tenemos en Pfizer, además de una capacidad técnica, una especialización etc, están también esos valores de los que estamos hablando, de lo que hacemos de cara al cliente, de la diversidad, de la calidad de vida. No se pueden separar esos valores y creo que influyen en los profesionales a la hora de trabajar en Pfizer. Y, por nuestra parte, también los fomentamos para retener el talento.
Actualmente, ¿qué importancia tiene para los inversores apoyar empresas que tienen esta sensibilidad social?
Cada vez tiene más peso. La sostenibilidad de lo que hacemos y que haya una ética y un propósito en nuestras acciones tiene todo el sentido del mundo y peso en los inversores. De hecho cada vez hay más iniciativas que tienen que ver con inversión social, con inversión para mejorar la calidad de la vida de las personas y la calidad de la sociedad. Para mí eso es indiscutible.
Cuando nosotros hablamos de enfocarnos en el paciente para alcanzar soluciones que afecten a su vida, nos pueden decir que tenemos una cuenta de resultados y que tenemos que conseguir unos beneficios. Pero precisamente eso es lo que hace que nuestra cuenta de resultados funcione. Si realmente el propósito central de tu negocio, tu objetivo final es mejorar la vida de los pacientes y pones todos tus recursos y talento para buscar soluciones, nuevos medicamentos y mejoras en la calidad de la sanidad, al final ayudas a la sostenibilidad del sistema. Y todo eso va a tener una repercusión positiva en tu cuenta de resultados. Y es algo que el inversor cada vez lo tiene más claro. No se trata de dar un buen resultado en un momento dado, sino de una sostenibilidad en el tiempo y de hacer algo que tenga sentido y esté en consonancia con los valores de la sociedad. De lo contrario todo se rompe y no eres una empresa con un recorrido largo. Y todo esto funciona si te lo crees, si lo tienes interiorizado.
¿Habéis tenido oportunidad de comprobarlo también en la cotización bursátil?
Como bien sabes, la cotización bursátil es muy complicada e influyen muchos factores. Pero sí es verdad que hay ejemplos de compañías donde esto ha tenido un impacto. En nuestro caso, a pesar de perder en los últimos años la patente de medicamentos enormes que han supuesto soluciones fantásticas para millones de personas y de bajar el nivel de ingresos en la compañía, la cotización ha sido muy positiva porque Pfizer ha sabido muy bien reenfocar sus recursos y dónde seguir invirtiendo e investigando para atender problemas que no están resueltos en muchas áreas terapéuticas. Y ya está empezando a dar sus frutos. El año pasado lanzamos en España cinco medicamentos nuevos, que no está nada mal. Creo que el inversor está percibiendo de Pfizer que hay un objetivo claro de dónde invertir, en qué investigar y cómo estamos trasladando esos resultados a la sociedad.
Internamente, ¿qué actividades habéis puesto en marcha en términos de diversidad?
La diversidad está en el ADN de nuestros empleados. A lo largo de estos años hemos llevado a cabo numerosas iniciativas. Hemos puesto en valor todo lo que hacemos y hemos dedicado tiempo y recursos en comunicar a todo el mundo su importancia. El año pasado hicimos el plan de diversidad, pero como era un plan que había que hacerlo por ley, lo que hicimos finalmente fue reordenar muchas de las iniciativas y acciones puestas en marcha por la compañía, como medidas de conciliación, planes de ayudas a familiares con problemas, ayudas a la lactancia, es decir, una serie de medidas que pretenden facilitar la conciliación, que no haya barreras porque tengas un hijo, hacer flexibles los horarios para que el talento lo puedas desarrollar sin tensiones adicionales. Todo eso es parte de nuestra cultura interna, de nuestra forma de trabajar hacia fuera. Porque lo que no podemos tener es un mensaje dentro y otro fuera. Hay que ser coherente.
Cada uno de nosotros en su profesión siempre tiene un sueño, algo que le gustaría hacer dentro de su actividad. ¿Cuál es el tuyo?
Todos tenemos sueños, pero voy a agruparlos en tres bloques. Uno, ser capaz de tener impacto en la sociedad española sobre la diversidad. Me gustaría que todo lo que hacemos aquí fuera aplicable en medianas y pequeñas empresas, donde no está ocurriendo actualmente. Otro es ayudar a la sostenibilidad del sistema de forma que nos permita seguir trayendo innovación a la sanidad, que todas las investigaciones que hay por el mundo lleguen a los pacientes. Y la tercera parte tiene que ver con la innovación. Antes hablaba de innovación en el descubrimiento de medicamentos, pero hay más innovación que se puede hacer para mejorar la calidad de vida, la atención sanitaria. Y si podemos dejar huella ahí, en algo que es complementario con el medicamento, sería maravilloso.