El libro antiguo y viejo celebra un cuarto de siglo en Valladolid
El libro antiguo y de viejo, dos categorías con recorrido e identidad propias, cumple este 2017 un cuarto de siglo[…]
El libro antiguo y de viejo, dos categorías con recorrido e identidad propias, cumple este 2017 un cuarto de siglo de presencia ininterrumpida en la ciudad de Valladolid, donde cada año reverdece en torno a la Semana Santa como nuncio de primavera y heraldo de lluvia asegurada.
La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que esta mañana ha inaugurado la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, ha resistido durante estos cinco lustros el vaivén del mercado editorial, las sacudidas de las nuevas tecnologías y la zozobra de una crisis económica sostenida durante cerca de una década.
No obstante, la segunda mano ha aguantado el tirón e incluso las nuevas tecnologías han servido, por una parte, para facilitar la localización de ejemplares buscados y las transacciones a través de internet, donde incluso han proliferado portales específicos.
En el lado opuesto, "el ordenador, las redes sociales y la televisión han restado tiempo para abrir un ejemplar y facilitado una excusa perfecta para no leer, cuando no resultaría tan difícil dedicar al libro al menos una hora al día", ha explicado a Efe Cristina Pérez Tejera, profesional y presidenta de la Asociación de Libreros de Viejo y Antiguo de Castilla y León (Alcacal).
El e-book, ya dentro del territorio de las nuevas tecnologías, "tampoco es que haya perjudicado tanto al libro, más bien ha producido un daño social al proporcionar al no lector la excusa perfecta para decir que leen", ha ironizado Pérez Tejera, quien durante seis años regentó en Valladolid una librería de viejo.
Cerró el establecimiento, trasladó todo el fondo a un almacén en San Miguel del Arroyo (Valladolid) y se acogió a la venta por internet, una práctica habitual en este gremio donde lo viejo se identifica con la segunda mano y lo antiguo es sinónimo de títulos con al menos cien años de antigüedad, ha distinguido.
En otro extremo se situarían los anticuarios, con piezas anteriores a 1830, año en que se considera que varió la producción y distribución del libro con métodos más industrializados en su impresión y estampación.
"Lo que hace falta es un fomento real de la lectura, sentirla como una necesidad espiritual que estimula la imaginación y aporta una riqueza personal y cerebral", ha reflexionado.
El aficionado habitual, ha insistido, "lee como si viera una película de cine, no le cuesta tanto como a quienes tienen la lectura por hobby y les supone un mayor esfuerzo de concentración y comprensión".
El modelo del librero de almacén y venta por internet se ha extendido en los últimos años, una práctica de la que participan la inmensa mayoría de los veintiún libreros que, desde el 31 de marzo al 24 de abril, permanecerán en Valladolid dentro de esta 25ª Feria del Libro Antiguo y de Ocasión.
La oferta prevista suma unos 150.000 títulos diferentes por parte de veintiún profesionales llegados de Barcelona, Burgos, Granada, La Rioja, León, Málaga, Pamplona, Salamanca, Segovia, Santander y Valladolid.
Libros raros, curiosos y extraordinarios, de lance, saldo o de ocasión, son algunos de los epígrafes que auxilian a estos libreros de segunda mano a la hora de distribuir sus fondos o de clasificarlos en los tradicionales boletines de novedades,
La feria dispondrá de un programa de actividades complementarias que girarán en torno a las leyendas y a su transformación en literatura desde la tradición oral, en forma de pliegos de cordel, aleluyas y libros.
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